Llegaron en silencio, tomando mate, sin prometer títulos ni vendiendo el humo del amateurismo o fútbol total, pero ya en la tercera y última fecha de la fase de grupos, Uruguay pisó fuerte y avisó que no fue de vacaciones a las tierras de los zares.
En un partido de ensueño, los dirigidos por el "Maestro" Óscar Washington Tabárez aplastaron inapelablemente a Rusia por 3 a 0 y aseguraron el primer lugar del Grupo "A".
El artífice, genio y figura de la Celeste fue Luis Suárez, quien una vez más se echó el equipo al hombro y demostró por qué es uno de los delanteros más letales del mundo futbolístico.
De hecho fue el también centrodelantero del Barcelona, quien abrió la cuenta con un terrible tiro libre al palo del arquero (10'), con la ayuda de dos compañeros que confundieron al meta y a la barrera rusa.
Trece minutos después y aprovechando que Rusia sintió el golpe del primer gol, Diego Laxalt aprovechó un rebote tras un córner y sacó un remate al arco de Igor Akinfeev, que rebotó en Denis Cheryshev y fue a parar al fondo de las mallas.
La función charrúa fue cerrada en el último minuto de juego por Edinson Cavani, que tomó un rebote en el área y a puro olfato goleador le ganó el quién vive a la zaga rusa y al mismo Suárez, que también iba por la misma pelota.
Con este triunfazo, Uruguay aseguró su paso a octavos de final, donde deberá enfrentar a Portugal el sábado (14 horas). Todo un duelo de estrellas ya que al frente de los lusos está Cristiano Ronaldo.
Aunque para ilusión de los sudamericanos, los ibéricos no llegan en su mejor momento a la segunda fase ya que no pudieron derrotar a la débil pero aguerrida selección de Irán y solo rescataron un empate a un gol.
Es más, en los descuentos los iraníes no solo anotaron un gol de penal (90'), que fue cobrado gracias al VAR, además en los pies de Mehdi Taremi tuvieron la oportunidad de ganarle a los portugueses en los descuentos, pero el tiro del delantero se fue desviado por centímetros.
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Y para que decir de "CR7" que ante los asiáticos tuvo una jornada para el olvido. A los 53' y con su equipo ganando por la cuenta mínima, Cristiano perdió un penal que fue a dar a las manos del portero Alireza Beiranvand. Y solo cinco minutos después casi se va expulsado por pegar un codazo, aunque ahí lo salvó el VAR y solo se llevó una amarilla.