Música clásica. Religiosa. Romántica. Folclórica. Pero nunca el tema principal de una película de monitos. ¡Hasta ahora!

Es que Daniela Colett, la ahora señora de Eduardo Vargas, eligió "Libre Soy" de Frozen para ingresar a la iglesia donde contraería matrimonio religioso con el seleccionado chileno.

La canción sorprendió a todos los presentes, pero dio inicio a una ceremonia que representaría lo que ambos han vivido de mayo de 2013, cuando comenzaron a pololear en Brasil.

País donde el seleccionado chileno defendía la camiseta de Gremio y Daniela hinchaba por su archirrival, Inter de Porto Alegre. Claro que esa no fue la única valla que debieron saltar antes de dar el "sí" en la parroquia San Francisco de Sales pues las redes sociales le jugaron una mala pasada a la pareja, en el 2015, y sólo el amor que se profesaban evitaron el quiebre definitivo.

Pero esa es historia pasada, pues en diciembre del año pasado, unieron sus vidas en una ceremonia cvivil y consagraron la relación que ya cuenta con dos herederos: Benjamín y Antonella.

Celebraron en grande

Los pequeños, que ayer también lucieron traje a la medida, seguramente aplaudieron la osadía de su papá, el cual uso un terno ajustadísimo que dejaban ver un "pequeño" detalle: no usó calcetines.

Y aunque la bendición siempre emociona, la fiesta también es un gran momento. Por lo mismo, la pareja se subió a una limusina y descorcharon champaña en el camino al cerro San Cristóbal.

Allí, en uno de los centros de eventos que posee el Parque Metropolitano, estaba todo preparado para recibir al más de centenar de invitados y ocurrió otra anécdota: a minutos de que los recién casados llegaran al lugar, un camión obstaculizaba la entrada y la producción del evento no encontraba al chofer para moverlo. Felizmente, todo se solucionó a tiempo.