Alberto Lejárraga, del Marbella, celebró el ascenso de su club como siempre quiso.
El pasado fin de semana, todo en Marbella fue celebración. El cuadro local se impuso en casa al Real Jaén en un duelo válido por la última fecha de la Tercera División RFEF de España, y de este modo selló la tan anhelada vuelta olímpica, y por cierto, el ascenso a la Segunda RFEF, la cuarta categoría del balompié hispano.
Pero la emoción que se vivió tras los 90 minutos, luego se trasladó a una sola figura en particular: a la del arquero del equipo campeón, Alberto Lejárraga, quien con mucha valentía decidió celebrar a su manera: revelando su homosexualidad.
En medio de la cancha, durante los festejos, Lejárraga “atajó” a su pareja y lo besó a vista de todos. En España, la prensa tituló la instantánea como “el beso del ascenso”.
Más tarde, en sus propias redes, el golero agradeció a la afición y aprovechó de compartir la imagen con el siguiente mensaje: “Muchas gracias por estar siempre a mi lado, en las buenas y en las no tan buenas! Esta vez nos tocó vivir lo bonito de esto! GRACIAS”.
Como era de esperar, el protagonista de esta historia se llenó de felicitaciones y elogios, tanto por su rendimiento dentro de la cancha como por su coraje para mostrarse tal cual es en una actividad donde suelen esconderse estas temáticas, consideradas tabú.
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