El cancionero de las barras chilenas, parte I: los temas de la música nacional

Nuestras voces, de Violeta Parra a la intro del Jappening con Ja.

¿Existe algún vínculo entre el Jappening con Ja y la “U”? ¿Entre Illapu y Colo Colo? ¿O entre Violeta Parra y la UC? Claro que sí. En las gradas, domingo a domingo, los enlaza una canción de cancha. Aquí, la primera entrega que busca encontrar el origen de algunos de los greatest hits de barra basado en el cancionero nacional.

Hinchas de Universidad de Chile se rompen la garganta al ritmo de Ríe: “Lo más importante en la vida es alentar al ‘Bulla’ con optimismo y fe”. Lo cantan desde hace treinta o más años, es una pieza insigne del catálogo de Los de Abajo, la barra brava azul, especialmente en momentos como éste: su equipo acaba de perder el clásico universitario contra el rival de toda la vida, la Universidad Católica, pero además perdió el invicto y el gol de la derrota, de Fernando Zampedri, fue el mejor gol de su carrera, una chilena fuera de contexto que se recordará fácil en diez, quince o veinte años. Da igual, no paran de cantar. “Salta cuando todos estén tristes (¡Salta!), salta solamente por la ‘U’ (¡la ‘U’!) / Si un mal paso das (¡qué chu…!), no me importará (¡qué mier…). Al fin y al cabo, el objetivo es hacerles saber que esto puede pasar, que el resultado es lo de menos, ellos siempre estarán. Sus rivales les echan en cara que estos gritos los hacen para celebrar a su propia hinchada, es decir auto-celebrarse, aunque sea algo que se repite a menudo en otras canchas, con otros colores.

Juan Pablo González, musicólogo, editor de la revista Contrapulso, me explicaba que la adaptación de canciones es un fenómeno muy antiguo. “Pasó en la religión, en la política durante la Revolución Francesa, y en Chile, durante el movimiento obrero”. Al campo deportivo llegó después, bajo el mismo propósito: “Genera un sentido de unidad, de que ‘estamos todos juntos’. Cantar te produce un sentimiento de colectividad mayor que gritar un eslogan o una consigna”.

Lo curioso en este caso, al margen de lo último, es el tema de referencia. Ríe, apertura del Jappening con Ja (abril, 1978), obra cumbre del multifacético Jorge Pedreros, a quien le costó severas críticas desde algunos sectores escribir una canción así, en esa época. Lo acusaron de esconder la realidad nacional y de querer adormecer a los chilenos. “Ríe cuando todos estén tristes, ríe solamente por reír / Sólo así podrás ser siempre feliz, en risas tu vida debes convertir”, dice el estribillo de probablemente la canción chilena de mayor renombre entre los tablones.

Aquí, cantada por el archirrival y con otra intención:

Envuelto en una camisa roja, en noviembre de 1990 Jorge González gritó a todo pulmón otro coro que pronto se hizo costumbre allí, domingo a domingo. “Oh, oh, oh… tu corazón”, de la sufrida Estrechez de corazón, es la línea base para el “Oh, oh, oh… sale…” que entonan los hinchas para llamar a su equipo al terreno de juego.

A razón del Candombe para José, original del argentino Roberto Ternán que popularizaron en 1976, y Vuelvo para vivir, su creación más emotiva por allá por 1991, los Illapu se merecen un párrafo aparte. La primera es, de hace largo tiempo, clásico en las gradas del Monumental, mientras que la parcialidad azul veinticinco años después comenzó con el “Vuelvo, ‘Bulla’, vuelvo, a romper la voz por ti / Somos bullangueros, desde el día que nací”. Roberto Márquez me comentó alguna vez que para ellos era “un gran orgullo”, porque “son las barras y los equipos más populares del país”. Es más, a la reversión de la “U” la consideró “una maravilla” y admitió que “en los Illapu estamos repartidos entre el Colo y la Chile”, de modo que “estamos bien compensados”.

Aunque veremos más adelante en menor medida que otros, el muestrario de voces chilenas en el tablón incluye también las pistas de Mal amor y Quiero ser libre de La Noche o Colegiala de Miguelo, entonadas por Los Papayeros de Deportes La Serena; La Trinchera Celeste, de O’Higgins, hace lo propio con Si me vas a abandonar de Buddy Richard; La Furia Roja (Unión Española) sumó a su setlist El galeón español de La Sonora Palacios y Chica Vacilona de Adrián y los Dados Negros; Los Panzers se felicitan con Y si no fuera de Chico Trujillo; Los de Abajo le piden levantar la cabeza a los suyos con el Que diga na’ de Sol y lluvia, y Los Cruzados agradecen ser forofos de Universidad Católica con la histórica Gracias a la vida, de Violeta Parra.

Otras versiones:

Como anécdota, en la previa de un Superclásico de 2018, los colocolinos quisieron dedicar una oda a su goleador en estos pleitos, Esteban Paredes, al son de Mi Prisionera de Zalo Reyes. Se distribuyeron folletos unos a otros precisando en el título que el ritmo a ocupar sería el emblema del “Gorrión de Conchalí” y, a continuación, la letra: “Yo que a Paredes lo vi jugar / En la cancha del Monumental / Sembrando ilusiones en los corazones”.

Roberto Márquez celebra este ejercicio: “Nos hace bien, porque estás ocupando espacios que eran impensados y permite que las canciones vuelen todavía más alto”.

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