El día que Ronaldinho y Neymar dieron clases de Jogo Bonito: remontada épica y un golazo que ganó el Puskas

En 2011 se enfrentó “la sonrisa del fútbol” con el “heredero al trono brasileño”, en una jornada inolvidable para los fanáticos del balompié.

La vuelta de Neymar Jr. al Santos es el regreso más esperado en Brasil, ya que el máximo goleador de la canarinha ha sido el referente de toda una generación en el país de la samba. Tras haber defendido la camiseta del Barcelona, PSG y su breve pero millonario paso por el Al-Hilal, Ney vuelve a casa.

El brasileño es considerado por los fanáticos del fútbol como uno de los mejores de su época, el elegido para suceder a un compatriota que brilló en el balompié justo antes que él. Y es que previo a su irrupción en el deporte, era Ronaldinho Gaúcho el brasileño que todos querían ser.

Siendo la definición del “Jogo Bonito”, Ronaldinho enamoró con su juego, y conquistó Europa, sin embargo su comportamiento y su pasión por la fiesta acortaron su estadía en el Viejo Continente. Tras romperla en el Barcelona y luego en el A.C Milan, sucumbió ante la presión y regresó a sus tierras, para fichar por el Flamengo.

En uno de los partidos más recordados del fútbol carioca, se enfrentó un experimentado Dinho, a una joven promesa de 19 años llamado Neymar. Un duelo comentado hasta el día por su exceso de magia, y por lo épico del desenlace.

La experiencia versus el potencial

A comienzos del 2011, Ronaldinho dejó el fútbol italiano a sus 31 años, para convertirse en la máxima figura del Mengao. Con destellos de su mejor versión, el astro del fútbol se ganó a parte de la afición, aunque sus recurrentes salidas nocturnas generaron anticuerpos en otros sectores de la hinchada.

El 27 de julio de ese año el estadio Vila Belmiro fue testigo de un tremendo duelo, válido por el Brasileirao. Por un lado, el Flamengo, que anhelaba quedarse con los primeros puestos de la tabla, y por el otro, el Santos, que hace solo un mes se había coronado como campeón de la Copa Libertadores, posicionándose como el mejor equipo de América.

Desde el arranque del encuentro se supo que sería una jornada inolvidable. Los locales estaban en llamas, y abrieron la cuenta rápidamente en el minuto 4′, con un tanto de Humberlito Borges. Luciendo la jineta de capitán, Ronaldinho hacía lo posible por igualar el marcador, pero el arco le fue esquivo.

En el minuto 15′, Neymar se generó una jugada de gol en la que quedó mano a mano con el portero rival, sin embargo el guardameta desvió su tiro, pero no contaba con la habilidad del brasileño, que intentó dos veces tirar una chilena, que a la segunda le resultó, dando un pase que dejó solo frente al arco a Borges, quien no desaprovechó la oportunidad y anotó su segundo gol de la jornada.

El Santos no bajó la intensidad y fue por más. En una jugada magistral de Neymar, el delantero le dio un baile a la defensa del Flamengo y marcó el 3-0 con un gol que dio la vuelta al mundo. Incluso, en enero del 2012 Ney se quedó con el Premio Puskás al gol del año gracias a esa anotación.

Cayendo por tres goles, cualquier equipo se echaría abajo, sin embargo el Fla hizo valer su jerarquía y despertó, para hacer de este partido aún más emocionante. Solo dos minutos después, Ronaldinho apareció en el partido para aprovechar un mal despeje y reducir la diferencia. A los 31′ Thiago Neves marcó de cabeza para los visitantes, y dejó el marcador 3-2 a favor del Santos.

Un partido caliente que puso a las tribunas a saltar, se silenció cuando Ney se metió al área rival pero le cometieron falta, por lo que el árbitro decretó penal. Elano fue el encargado de patear, sin embargo la picó y terminó sin problemas en las manos del arquero. Esta oportunidad no la desaprovechó el Mengao, ya que antes de que terminara el primer tiempo, un lanzamiento de esquina se incrustó en la red y terminó siendo el 3-3.

Una remontada épica

Arrancó el complemento, y con el marcador igualado, el partido estaba para cualquiera. Cuando apenas habían pasado 5 minutos desde que comenzó el partido, Neymar puso nuevamente en ventaja a su equipo con una definición excepcional frente al arquero.

Con Ney acaparando los focos, Dinho no se quedó atrás y comenzó a hacer alarde de sus gambetas, complicando a la defensa rival. En una demostración de fútbol, Gaúcho eludió sin problemas a dos zagueros del Santos en la boca del área, y como no pudieron quitársela recurrieron a la falta, que fue pitada por el juez.

Ronaldinho siendo el encargado de los balones detenidos tomó la pelota, la acomodó y pensó cómo eludir la barrera,y en un acto de brillantes, sorprendió a todos pateando por debajo de la barrera, dejando al arquero parado y sin chances de atajar, igualando nuevamente el marcador.

Ronaldinho

La desesperación del Santos comenzó a notarse, descuidando la zona defensiva, momento que el experimentado delantero aprovechó para anotar su hattrick en el minuto 79′, dejando al Flamengo 4-5 arriba, para darles la victoria.

Pitazo final y el triunfo fue para el Mengao, y Ronaldinho no solo se llevó para la casa el balón, sino que en cuanto terminó el encuentro, Neymar se acercó para pasarle su camiseta. Un partido que marcó el fin de un reinado y el comienzo de una nueva época del balompié brasileño, y que es recordado por la épica remontada que comandó “la sonrisa del fútbol”.

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