En la última entrega de la docuserie de La Tercera y La Cuarta, seis exjugadores de la Selección, desde Gonzalo Jara a Esteban Paredes, pasando por José Pedro Fuenzalida y Waldo Ponce, recuerdan los últimos días del período más exitoso de la Selección, con la Copa Confederaciones como último gran hito y el dolor de la eliminación del Mundial de Rusia 2018. Luego de sus carreras enfrentan la pregunta fundamental: ¿Qué se siente y qué se hace cuando un futbolista finalmente se retira del fútbol?
En el tercer capítulo de Colgar los Botines Dorados, seis exfutbolistas de la Roja evalúan la parte final del proceso exitoso de la Selección y abordan sus vidas luego del retiro.
En esta entrega se habla de la Copa Confederaciones y la posterior eliminación del Mundial de Rusia 2018, donde José Pedro Fuenzalida y Gonzalo Jara todavía formaban parte del equipo. “Era cosa de tiempo que en algún momento se nos pusiera más complejo”, explica el Chapa. Por su parte, otros ya miraban desde afuera hace un tiempo. Por ejemplo, Ismael Fuentes tuvo su última participación en Sudáfrica 2010 y apunta que en en ese momento ya miraba como fanático. “Nos pusimos exigentes como hinchas”, dice.
La vida luego del fútbol continúa. Así lo deja en claro Gonzalo Jara, quien es el futbolista que dejó la actividad hace menos tiempo y ya ejerce como comentarista en televisión. “Soy un afortunado de haber tomado la decisión y al tercer día ya estar trabajando”, dice. También agradece que en su nueva rol puede mantener ciertas costumbres, como tener un horario, algo que para los deportistas es fundamental.
¿Cómo afrontan sus nuevos desafíos? Waldo Ponce reconoce que fue un jugador ordenado en el ámbito financiero: “Un futbolista de élite tiene un buen contrato en su carrera. El mío fue en México. Fui ayudado por mi papá y eso ahora me permite vivir tranquilo”, da a conocer. Algunos siguen insertos en el mundo del deporte. Pablo Contreras hizo un curso de dirección deportiva, Esteban Paredes tiene una escuela de fútbol y también trabaja en Santiago Morning.
Otros lo miran de lejos. Como Ismael Fuentes, quien decidió volver al campo. “Es complicado reinventarse. Uno como jugador está en una burbuja y no planifica que se va a retirar de un día para otro. Ahora tengo una empresa de hielo y fruta congelada. Fue un pilar fundamental en mi carrera ser de campo, es un lugar que no es fácil. Yo le digo a los niños que tomen las oportunidades, aunque sea una luz chiquita. No siempre llegan los mejores, sino los más perseverantes”, enfatiza. Ponce agrega que él no abandona un espíritu emprendedor.
Quién resume la sensación del retiro es Pablo Contreras. “Cuando lo decidí, recordé una frase de Marcelo Espina, que me dice, la vida se te pasa volando, no te va a dar ni cuenta, vas a tener 37 años y el fútbol se acabó. Dicho y hecho”, cierra.