El exentrenador de la “U” y La Roja se enfrentó a un duro rival con las cámaras delante.
Flamengo pasó algún aprieto más de lo previsto para doblegar a Racing Club en el Estadio Maracaná, pero la victoria por 2 tantos a 1, permitió que el elenco de Erick Pulgar —uno de los pilares, habilitación incluida— y Arturo Vidal ponga un pie en la siguiente fase de la Copa Libertadores. Fue, también, la tercera victoria en línea que consigue el Mengão, que venía de derrotar a Fluminense en la Copa de Brasil y golear al Vasco Da Gama en el Brasileirão, por lo que aparentemente por fin Jorge Sampaoli puede respirar con cierta tranquilidad.
Tal vez sea por eso que durante la conferencia de prensa después del partido, al calvo estratega se lo vio algo más calmo, todo lo contrario a lo que ocurre durante los noventa minutos, donde suele vérsele al límite, batallando contra todos, de lado a lado, gritando, eufórico.
Aunque, eso sí, en la instancia también protagonizó una particular “batalla” que las cámaras no dejaron pasar, y que al cabo de unos minutos se viralizó.
Todo sucedió cuando Sampaoli se percató que delante suyo había una botella de la bebida isotónica Powerade. Entonces clavó sus ojos en ella, y en cuestión de segundos la tomó con la intención, de seguro, de hidratarse. Pero pronto se le presentó un problema: parece que no sabía cómo abrirla. Con las manos no pudo. Se la llevó a la boca, metió dientes, paletas, colmillos, pero tampoco.
Impresionado por la resistencia que ofrecía la boca del envase, volvió a mirarlo detenidamente por unos segundos, la fue girando a ver si lograba encontrar la maña… pero no: no hubo caso. En definitiva, poco normal para él, se rindió y volvió a dejar la botella de Powerade justo donde la encontró inicialmente.
Toda la graciosa acción demoró unos 19 segundos y se viralizó en redes sociales, donde se encontraron toda clase de comentarios: “No me quejo porque yo también intento abrir el Powerade así”, “Lo pilló la tecnología” o “Este hombre le daba indicaciones a Messi…”, fueron algunos.
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