En cuanto llegó al aeropuerto trasandino, al “Pitbull” lo “salvaron” por los pelos.
El sueño de Román se tornó realidad, Gary Medel destrabó sin demasiados problemas su salida de Vasco da Gama y en unas horas nomás se espera que sea presentado en La Bombonera para poner en marcha su segundo ciclo como jugador de Boca Juniors, quince años después. El “Pitbull” coqueteó con el cuadro xeneize una y otra vez en el pasado, pero nunca se habían dado condiciones como las de ahora: caudillo del vestuario y líder de la lucha por la permanencia, el estatus de Medel en Río de Janeiro cambió por completo con la salida de Ramón Díaz y el último tiempo fue más noticia por supuestos roces con sus compañeros y un gerente, que por lo hecho en cancha. De ahí la rapidez de la operación.
Como sea, Gary, quien probablemente se quede abajo de los veintiséis que representarán a La Roja en la Copa América desde la próxima semana, ya llegó a Argentina para estampar su rúbrica y ponerse a las órdenes de Diego Martínez, pero antes de todo eso, ni bien aterrizó, casi fue víctima de un inesperado desliz.
¿Qué pasó? Mientras las cámaras lo seguían por el aeropuerto de Ezeiza y el bicampeón de América se retiraba rápidamente, en silencio del lugar, se logra escuchar cómo alguien le grita desesperadamente para indicarle que había olvidado su billetera.
“¡Señor, se quedó su billetera en el auto, del avión!”, le informó. Entonces se ve cómo Medel gira en principio sin saber que era para él y, con una sonrisa que denota también algo de sorpresa, contesta: “¡Uuuhh, gracias!”.