El mejor de la historia: Rafael Nadal remontó dos sets a Medvedev y ganó su 21º Grand Slam en Australia

El español venció por 2-6, 6-7(5), 6-4, 6-4 y 7-5 al ruso y superó a Roger Federer y Novak Djokovic como el más ganador de los torneos grandes. Lo logró en un encuentro maratónico, de cinco horas y 24 minutos.

2-6, 6-7(5) y 2-3, con triple punto de quiebre en el sexto game de la tercera manga. Todo parecía definido en la final del primer grande de la temporada. Daniil Medvedev había sido, hasta entonces, muy superior a Rafael Nadal en todos los frentes, sobre todo en el primer set, y se encaminaba, con paso firme, a convertirse en el número uno del ranking mundial. Pero entonces, cuando estaba más acorralado, apareció el manacorí.

Acostumbrado a hacer historia, Rafa logró su primera remontada y, en buena parte gracias a que mejoró ostensiblemente su primer servicio, logró mantener su servicio y algunos minutos más tarde quedarse con el tercer parcial por 6 a 4. El Melbourne Park explotó. ¿Sería capaz de remontar?

El cuarto set se definió con idéntico marcador. A Nadal le bastó un break para superar a un Medvedev que se descontroló y comenzó a pelearse con el público, como pasó durante largos pasajes del certamen. Todo se definiría en el quinto.

Entonces, Nadal firmó uno de los episodios más brillantes que recuerde la historia del tenis. Porque desde 1965, nadie había sido capaz de ganar el Abierto de Australia después de haber perdido los primeros dos sets. Y el mallorquín, en cinco horas y 24 minutos de partido, lo hizo: se impuso al ruso en la última manga por 7 a 5 y se transformó en el máximo ganador de torneos de Grand Slam. Ahora, con 21 en su haber, Rafa supera por la mínima a Roger Federer y Novak Djokovic, que se quedaron con 20.

Con este triunfo es, además, el segundo jugador —después de Nole— en ganar los cuatro grandes escenarios en un mínimo de dos ocasiones. La única vez que Rafa había ganado Australia fue en 2009, cuando superó en la final a Federer. 13 años después, con 35 y 241 días, lo vuelve a hacer. El español toma ventaja en la discusión: hoy se acuesta como el mejor de la historia.

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