El conflicto, desde hace semanas, reside en la cláusula de rescisión. Hasta ahora, un ida y vuelta sin acuerdo.
A falta de refuerzos —ya algo habitual en el CDA cada segunda rueda—, la teleserie del mercado invernal en Universidad de Chile ha cedido el protagonismo a lo que sucede o pueda suceder con Marcelo Morales. Aparentemente “congelado” por no allanarse a renovar su contrato, el joven lateral zurdo no sólo cedió su lugar en el once inicial sino que quedó fuera de la citación del último compromiso, por Copa Chile ante Everton, y todo sugiere que esto volverá a ocurrir el domingo contra Cobresal.
El escenario le ha costado duras críticas a la dirigencia y en especial a Gustavo Álvarez, pero ni con eso hay pinta de que vaya a cambiar en corto. Es más, la probable alineación de los azules para visitar el norte incluye por izquierda a su única incorporación de momento, al excarrilero de O’Higgins, Antonio Díaz.
Mientras el arco de renovación del “Shelo” sigue en emisión, Cristián Caamaño entregó algunas claves para entenderlo: “Él quiere firmar desde hace mucho tiempo, pero con una cláusula decente, una cláusula decente para Chile —aclaró esta mañana el periodista de Radio Agricultura—; ya dos millones para un lateral izquierdo sin selección es mucho”.
Según parece, lo que propone la “U” es reducir la cláusula de rescisión de cuatro a tres millones de dólares, “pero le pagan como si valiera 500″.
“En la ‘U’ no se bajan de los tres millones”, explicó el conflicto Caamaño, “llevan tres meses en la misma postura, es un absurdo. La ‘U’ hoy dice: que se vaya o lo congelo y se vaya gratis a final de año, pero si llega a firmar, el 1 de enero vale tres millones de dólares para todos los equipos que lo vengan a buscar. Es un absurdo”.
Ahora, ¿por qué es un absurdo?
Al cierre, explicó su punto el periodista: “Yo no discuto su calidad para el nivel del fútbol chileno, pero en este tira y afloja la ‘U’ comete un error garrafal de imponer una cláusula de salida inviable, no se puede firmar. Piensa que Brayan Cortés tiene una cláusula de salida de un 1.3 millones y hasta hace poco era titular de la selección chilena con 25 partidos en Copa Libertadores. Estamos hablando de un lateral izquierdo que no tiene perfil físico para dar un salto a Europa”.
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