El Real Madrid se desmorona: Inapi acepta registro de “Real Mandril” en Chile

El INAPI es culé (?).
El INAPI es culé (?).

El organismo local asestó tal vez la derrota más dura —o, por lo menos, inesperada— de la temporada a la Casa Blanca.

Como de costumbre, por estos días el Real Madrid compite en lo que sea que juegue: en Champions League acaba de sortear los octavos de final, dejando en el camino al Atlético de Madrid desde el punto penal —y acá, después de lo ocurrido con Julián Álvarez, es difícil no preguntarse si acaso, como sugieren algunos, Dios es madridista—; en la Copa del Rey aguarda en semifinales, en donde ya se impuso en la ida, uno a cero a domicilio a la Real Sociedad, y en La Liga pelea la pole position con su archirrival, el Barcelona, ambos con 60 puntos a diez fechas del final.

Pero eso es allá, en Europa. Aquí la historia es otra: en nuestro país, los merengues acaban de sufrir acaso la derrota más dolorosa en lo que va de temporada.

El Instituto Nacional de Propiedad Intelectual, INAPI, desestimó el reclamo de los representantes del Real Madrid en Chile y dio luz verde al registro de la marca “Real Mandril”, ligada a servicios de restaurantes.

El fallo del organismo, según CNN Chile, precisa que “el demandado”, quien solicitó rechazar la alegación, “sostiene que los signos presentarían diferencias gráficas y fonéticas evidentes”, de modo que “cada uno sería perfectamente identificable” y “no habría riesgo alguno de error y/o confusión en el público consumidor”.

Argumentó, también, que “el restaurante del Real Madrid se denomina Puerta 57”.

INAPI, en tanto, resolvió lo siguiente: “Respecto al Registro N°1184959, al efectuar la comparación gráfica, conceptual y fonética entre el signo solicitado y las marcas invocadas por el actor se aprecia que la especial configuración con que se presentan las marcas en litigio, logran dar origen a signos independientes, que puede ser fácilmente reconocible y distinguible por el público consumidor”.

En este estado de cosas, más allá de compartir “el segmento Real”, la institución insiste en que “la sustitución del término MADRID por MANDRIL y los restantes complementos en el signo pedido logran dotar al signo de una identidad y fisonomía propia”.

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