Cuando el exarquero nacional defendía los colores del Barcelona, tuvo una jornada brillante ante los merengues, manteniendo su arco en cero pese a los esfuerzos de Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo.
El 2015 fue un año importante para el fútbol chileno, ya que los jugadores nacionales estaban en un gran momento de sus carreras, siendo rankeados de igual a igual con los más grandes de la generación y vistiendo la camiseta de importantes equipos del balompié europeo.
Por aquel entonces, Claudio Bravo era considerado uno de los mejores porteros del momento, defendiendo los colores del FC Barcelona de España. Y es que el arquero de La Roja fue parte de uno de los planteles más eficientes del fútbol reciente, de la mano del entrenador Luis Enrique, el conjunto blaugrana consiguió un triplete que es recordado con nostalgia por los hinchas culés.
En su primera temporada en el Barca, el chileno fue el titular indiscutido en La Liga, mientras que el alemán Marc-André ter Stegen se encargó de cubrir el arco en la Champions League. Una escuadra preparada para ganarlo todo, con goles asegurados de Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar, la recordada MSN.
Un partido inolvidable
Luego de que Chile se alzó campeón de la Copa América, levantando el primer título en el fútbol en la historia del país, siendo Bravo uno de los pilares fundamentales de esa Generación Dorada, el capitán de La Roja volvió a España para la reanudación del torneo local.
Barcelona estaba peleando en los primeros puestos. El 21 de noviembre de ese 2015 se celebró la jornada 12 del torneo, y los blaugrana se enfrentaban al Real Madrid, un clásico que terminó siendo decisivo para definir al campeón.
El chileno saltó a la cancha como titular, para enfrentar al temible tridente ofensivo de la BBC, compuesta por Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo. Ante un Santiago Bernabéu repleto, se dio inicio al partido y de inmediato comenzó la tensión.
Desde el minuto 1′ se supo que sería un duelo aguerrido, ya que la primera falta fue una fuerte entrada de Sergio Ramos en contra del uruguayo Suárez. Cumplidos los 10′ minutos de juego, el charrúa abrió la cuenta para los blaugrana, marcando la tónica de lo que sería el enfrentamiento.
El primer tiempo los de Barcelona fueron superiores y se fueron al descanso con una diferencia de dos goles, por lo que en el complemento era de esperarse que los merengues salieran con todo a la cancha.
CR7 buscaba rematar de todos los ángulos para eludir al arquero chileno, sin embargo Bravo no dejó espacio libre y fue imposible anotar. Por su parte, Benzema y Bale hacían lo propio, buscando pillar desconcentrado al guardameta blaugrana, pero no se desconcentró en ningún momento.
Un desesperado Real Madrid continuaba sus ataques, con la esperanza de que una le quedara a Ronaldo y así descontar. En el minuto 67′ el luso quedó mano a mano con Claudio, y lanzó un potente remate que Bravo despejó con su último recurso: la cara. El lamento del Bicho quedó registrado en la transmisión, mientras los comentaristas elogiaban al nacional.
Más tarde Benzema ganó un cabezazo que estuvo cerca de entrar, pero los reflejos felinos del capitán de La Roja fueron más rápidos. “Espectacular Bravo en todo lo que ha hecho”, señalaban en la transmisión de La Liga.
Un 0-4 en e marcador, en condición de locales, sacó del partido a los madridistas, quienes en los minutos finales se dedicaron a pegar patadas para que la humillación no fuera mayor. Cristiano intentó hasta los minutos finales irse del estadio con un gol, pero el portero del Barca no transó.
Tras dos minutos de descuentos, el árbitro anunció el fin del partido y Claudio Bravo fue reconocido como uno de los jugadores más importantes del partido, ya que de no ser por sus rápidos reflejos el marcador pudo haber sido bastante diferente. Esa fue la última campaña del chileno en el Barcelona, ya que luego aceptó una propuesta del Manchester City.