Con 34 años, Raúl Ruidíaz —exseleccionado peruano, figura en Universitario, Monarcas Morelia y Seattle Sounders, su lugar en el mundo las últimas siete temporadas— transita su arco final como futbolista, aún no consigue club y parece estar lejos de su mejor forma, la que conocieron, a cuentagotas, los hinchas de Universidad de Chile hace ya trece años.

Sobre eso, en el programa Enfocados que conduce su excompañero Jefferson Farfán, charló un poco. Por ejemplo, se deshizo en elogios para Eduardo Vargas, con el que compartió algunos entrenamientos en el CDA antes de su partida a Nápoles. “El loco volaba”, dijo, “era un capo y estaba armado”.

Pero Conchetu…gol, apodo que lo acompañó desde que picó su penal en la recordada definición contra Libertad en Copa Libertadores, también sorprendió al revelar una poco conocida pelea de ese período.

Fue con Jorge Desio, preparador físico de la “U” de Sampaoli. En un entrenamiento, según Ruidíaz, el argentino lo buscó antes de un penal: “Si lo pateas, te boto”. Y él, que en todo momento creyó que era una broma, no le dio demasiada importancia y pateó igual. Desio se habría puesto furioso. “Entré y empezó a gritarme fuerte, como loco. Fue algo salvaje”.

Entonces, para evitar un escándalo mayor, decidió retirarse deprisa.

¿Cómo se resolvió todo? El club intervino y citó a ambos para limar asperezas.

Raúl Ruidíaz jugó el primer semestre del 2012 en los azules. Completó, entre campeonato local y Copa Libertadores, veinticuatro partidos con un saldo de ocho goles. Por lo que más se le recuerda, de todos modos, es el penal “Panenka” antes mencionado contra los paraguayos y otro que ejecutó en la definición del Apertura contra O’Higgins.