El menor de los hermanos Maradona murió hoy en Nápoles, como consecuencia de un infarto. El año pasado, fue uno de los últimos en hablar con Diego, tres días antes de que falleciera. Reveló gran parte de esa conversación en una entrevista, tiempo después.
“Hola Hugo, ¿estás durmiendo?”.
En Nápoles eran las tres de la mañana y Hugo sabía que del otro lado estaba él, el único capaz de llamarlo a esa hora, como hacía casi siempre, su hermano, el mejor de todos los tiempos, entonces entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Probablemente, pensaría Hugo, la madrugada de ese domingo estaba aburrido, entre algodones y sin mucho que hacer tras una reciente operación, con ganas de conversar.
“¿Y a vos qué te parece Diego? ¿A esta hora estoy bailando?”, le contestó por fin, podemos imaginar que acomodándose, aún sin despertar del todo.
Lo que no sabía Hugo es que esa sería acaso una de las últimas bromas que pudo hacerle a él, a Diego Maradona. Tres días más tarde, el 25 de noviembre, el astro argentino partió.
Hugo, el menor de los hermanos, reveló parte de esa conversación en una entrevista que dio en diciembre de 2020 al Corriere della Sera. Dijo, por ejemplo, que solían hablar una vez a la semana, habitualmente en esa horario producto de la diferencia horaria entre Argentina e Italia, y confesó que estaba preocupado por el estado de Diego. Que cada vez que sonaba el celular y veía su número, le entraba una sensación de miedo.
En esa llamada, contó también Hugo, estuvo cerca de treinta minutos hablándole a Diego sobre la pelotita, en particular relatando en detalle los partidos que no pudo ver. “Extraño el fútbol”, replicó el “10″ y le hizo una promesa: “En unos días me pongo bien y vuelvo a mi vida”. Incluso, se animó a decirle que tenía planes de ir a Italia en Navidad.
“Estaba sereno. Y si Diego esa noche hubiera estado mal hubiera hecho de todo para que no me diera cuenta”, explicó luego el menor de los hermanos. “Él era así, no quería molestar. Somos siete entre hermanos y hermanas, nos llamaba a todos, pero no hablaba de sus problemas. Nunca lo hizo. Por eso digo, con gran dolor, que la verdad sobre sus últimas semanas la conoce sólo él”.
Sobre su relación con el astro, Hugo reconoció que el mejor regalo que pudo hacerle su hermano fue haberlo llevado a Nápoles. Y se acordó, entre risas, de otro singular obsequio: “Diego me reprochaba que dormía demasiado y le dije que no tenía despertador y él entonces me hizo llegar uno, grande y con alarma fuerte. Ahora se lo pasé a mi hijo Tiago que tiene 23 años y que es ahijado de Diego”.
Para cerrar, cuando le pidieron describirlo, lo hizo así:
“Fue el jugador más grande de todos los tiempos, un extraterrestre. Todos deben recordarlo en la cancha, que era su mundo, su vida. Por el resto, dejémoslo en paz, ya fue juzgado bastante, me parece. Para muchos fue un business viviente, pero con nosotros era una persona normal. Somos hijos de los mismos padres, él en un momento fue a mil, pero cuando nos juntábamos éramos iguales, muchachos de Lanús”.
Hugo Maradona, recordemos, falleció la mañana de este martes a los 52 años en Nápoles, donde vivía desde hace un tiempo, luego de sufrir un paro cardíaco.