La peor noche de los azules llegó con uno de los partidos más malos de Gonzalo Jara. Y no fue una coincidencia, ni un dato más, frente a una verdadera catástrofe que se venía fraguando hace rato en la Copa Libertadores. Los azules se quedaron con las manos vacías, ni siquiera con la opción de la Copa Sudamericana, tras terminar cuartos en el Grupo E del torneo luego de la derrota de 2-0 ante Vasco.
Porque el error del zaguero que llegó desde Alemania, ya hace un par de años, fue demasiado notorio. Cuando el 1-0 en contra todavía llevaba a los universitarios al ansiado premio de consuelo, el ex Mainz erró en el cabezazo y le dejó la pelota servida a Yago Pikachú, quien colocó la segunda cifra y definitiva.
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Porque la noche estaba para los contrastes, tanto dentro como fuera de la cancha. El nuevo error de Jara encendió la resistencia de la parcialidad local que llenó de gritos y pifias cada pelota que tocó el zaguero de Hualpén cada vez que tocó la pelota.
En la otra vereda, los hinchas universitarios aplaudieron el juego de Rafael Vaz, el central brasileño que llegó este año desde Flamengo, y que fue muy resistido, incluso por el técnico saliente Ángel Guillermo Hoyos.
Debacle temprana.
Pero las cosas no iniciaron bien. Una partida falsa. Mucho toque, pero poca profundidad. Así el fue el inicio de la U ante Vasco. Supuestamente, el equipo más débil del Grupo E, aunque sólo en las estadísticas, porque en la cancha demostró que no venía a pasear.
A los 15 minutos, los cariocas ya vencían por 1-0 con un gol de Bruno Silva. Un resultado que todavía dejaba al equipo azul en el tercer puesto, con opciones de llegar a la Sudamericana.
Sin embargo, la U careció de la ambición necesaria para dar vuelta su suerte. Intentaron Mauricio Pinilla y Yeferson Soteldo, pero siempre fallaron.
Y a medida que pasaron los minutos, parecía que el equipo que hoy dirige Esteban Valencia hasta se conformaba con el resultado en contra, que aún le daba opción de seguir en el concierto internacional.
Una amargura que se hizo sentir, incluso, en la dirigencia del equipo. Vistosa fue la salida del presidente Carlos Heller, quien tras el error de Jara salió inmediatamente del estadio, sin siquiera ver los minutos finales.
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