El capitán de la Roja constató la admiración que siente por el “King” en un mano a mano con el “Rambo” Ramírez.
Claudio Bravo y Arturo Vidal —a estas alturas, absolutos referentes de la Roja y el fútbol chileno— han mantenido por años una relación de claroscuros, acaso de más oscuros que claros sobre todo a partir de lo que sucedió en las eliminatorias rumbo a Rusia 2018 cuando un cortocircuito en el plano extrafutbolístico los separó en la interna y, por cierto, en la esfera pública, al punto que el golero dejó de aparecer en las nóminas de la selección por un determinado tiempo. De cualquier modo, aun con personalidades —o formas— dispares, ambos se las arreglaron para reparar la relación y desde hace un tiempo que las cosas están bien. Se mantiene el respeto, la admiración. Después de todo, pocas dudas deberían quedar, son los mejores en lo suyo.
Y eso una vez más se encargó de aclarar Claudio Bravo, protagonista de un nuevo capítulo de El legado, el flamante podcast de Marcelo Ramírez por el que ya desfilaron futbolistas tan relevantes para comprender nuestro fútbol como Johnny Herrera o Marcelo Barticciotto. Consultado por Arturo en una dinámica, al capitán se le escapó enseguida:
“Un jugadorazo”.
Para luego definirlo como “alguien con una característica especial”, “en todo sentido”. Más tarde reforzó esa idea: “Es un jugadorazo con una capacidad atlética fuera de lo común, una mentalidad distinta al resto, y una persona muy noble”. De hecho, el arquero cree que Vidal “llegó a un nivel muy similar a Manuel (Pellegrini), donde pocos pueden llegar a alcanzar ese grado de éxito tan continuo y tan longevo. Es muy complejo de sostener”.
¿La clave de todo? “Él construyó su mentalidad, pudo sostenerla en el tiempo y conseguir el éxito. Por eso es muy importante dejar algo con este tema, porque futbolísticamente le puedes enseñar cosas a alguien, pero a desarrollar su cabeza es muy difícil”.