El tipo fue identificado y detenido a poco de arrojar el objeto a la cancha. Por su culpa, el partido entre Tigre y Chacarita, uno de los clásicos, fue suspendido hasta nuevo aviso.
Copa Argentina, primera ronda, seis minutos del segundo tiempo, el tablero 1 a 0 a favor de Tigre sobre Chacarita, segunda amarilla y expulsión para Agustín Cardozo, capitán del “Matador”. Los jugadores se reúnen alrededor del juez y protestan, no están de acuerdo.
Ése es el resumen que antecede al escándalo: un minuto después, desde la platea, un hincha molesto arroja una botella de las grandes que impacta de lleno en el rostro de Fernando Brandán, futbolista de Chacarita, y precipita la suspensión del encuentro. “No puedo abrir el ojo”, se queja el agredido desde el suelo. Los médicos, al poco andar, le comunican al árbitro que el jugador no puede seguir. En la grada hay tumulto, la Aprevide (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte) ingresa para llevarse al responsable. El árbitro Ariel Penel junta a los entrenadores y capitanes de ambos equipos y les dice que el partido se acaba aquí.
“Fue detenido el plateista de Tigre que arrojó la botella contra el jugador de Chacarita. El nombre del agresor es Axel Ivan Genes”, informan los funcionarios. Después, Gorosito, DT de Tigre, acusará a Brendán de correr a uno de sus jugadores y cabecear la botella. Ahora tiene encima las críticas de prácticamente todo el fútbol argentino.
Entre todo ese bochorno, una buena: unas horas más tarde, en sus canales oficiales, Tigre publicó un comunicado en el que repudia la agresión contra el futbolista de Chacarita y anunció, como medida ejemplificadora, que el responsable de lanzar el objeto, Axel Genes, no podrá entrar nunca más al estadio.
“Informamos a todos los socios y socias que el club tomará las medidas necesarias y sancionará con expulsión y prohibición de por vida el ingreso al estadio a quienes arrojaron proyectiles al campo de juego”, se puede leer en el documento.