El pequeño, según su madre, quedó traumatizado. El club pidió disculpas y la fiscalía abrió una investigación por los incidentes.
Kenzo es un pequeño francés de apenas ocho años que padece un tumor cerebral. Fanático del Olympique de Marsella, herencia de su familia, uno de sus mayores sueños era poder mirar en vivo a su equipo una última vez antes de perder completamente la vista, de modo que fue invitado al encuentro entre el cuadro olímpico y el Ajaccio.
Así las cosas, Kenzo y sus padres se desplazaron desde Roquefort-la-Bédoule a Ajaccio, unas ocho horas de viaje, para presenciar la última jornada de la Ligue 1.
A esas alturas el pequeño verdaderamente estaba soñando despierto: pudo conocer a varios jugadores de su club, inclusive a su héroe, Matteo Guendouzi, con quien se tomó una fotografía,
Sin embargo, todo cambió en cuestión de minutos.
De golpe, unos mal llamados hinchas del Ajaccio, al ver a Kenzo ataviado con la indumentaria del Marsella, lo empujaron provocándole un golpe en la cabeza, le quitaron la camiseta y la quemaron frente a sus ojos, y finalmente atacaron a su padre. Por suerte, antes de que pasara a mayores, intervino la seguridad del equipo, quienes atendieron y escoltaron a la familia a la zona de vestuarios.
“Como pensamos que estábamos a salvo, permití que Kenzo se pusiera su camisa, mi esposo lo tomó de la mano para mostrarle a los jugadores que caminaban hacia el campo. Y todo salió mal. Empujaron a mi hijo y su cabeza golpeó la barandilla”, aclaró más tarde a los medios locales, visiblemente afectada, la madre de Kenzo, Amandine.
En sus palabras, “eran quince, así que no pude hacer nada. Me pasaron por encima, abrieron la puerta del camerino, le dieron dos puñetazos en la cara a mi marido, empujaron a mi hijo, que se cayó y se golpeó toda la cara con la barra de hierro del asiento”.
“Le arrancaron la camiseta y se la quemaron. Estamos conmocionados, no podemos superarlo”, completó el triste relato.
Incidentes y cánticos racistas
Cuando tomaron conocimiento de lo ocurrido, rápidamente el Ajaccio condenó los “actos indescriptibles” de algunos de sus hinchas. Porque claro, lo de Kenzo parece haber sido algo así como la punta del iceberg: más tarde, RMC Sport reportó que hubo cánticos racistas al interior del estadio, y también hay imágenes de forofos del club golpeando a un periodista.
“Tan pronto como las personas hayan sido identificadas por nuestros servicios, presentaremos una queja contra ellas. AC Ajaccio se solidariza con el pequeño Kenzo y sus padres”, aseguró la escuadra mediante un comunicado.
En tanto, según recogió Sport, la Fiscalía de Ajaccio, ubicada en la isla francesa de Córcega, abrió el domingo una investigación por los ataques a la familia y también por la agresión que sufrió el periodista.
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