Los jugadores del Caracas, sintiéndose perjudicados, decidieron dar por perdida la definición. Un exjugador de Universidad de Chile fue parte de la insólita medida.
Lo que inicialmente sorprendió durante la transmisión fue la presunta displicencia del arquero de Caracas. “Se quedó cual estatua por ahí Frankarlos Benítez”, describió el relator del denominado Clásico Nacional ante la mínima reacción del #12, que aguardó estático el penal ejecutado por Carlos Vivas, del Deportivo Táchira. Era recién el primer lanzamiento de la definición que enfrentó a las dos escuadras más laureadas de Venezuela, pero algo ya olía mal.
Las dudas aumentaron unos segundos más tarde, cuando llegó el turno de Luis Casiani. El lateral derecho caraqueño avanzó hacia la pelota, pero al momento de impactar, ni siquiera apuntó al arco: la tocó suavemente hacia el costado derecho y regresó, sin prestar apenas importancia a lo que acababa de suceder. “¿Qué es esto?”, se preguntaron de nuevo los comentaristas. “Al final no sabemos qué quiso hacer”. “Pateó al arco, ¿no?”, se intentaban convencer, sin enterarse aún de qué iba todo esto.
Pero cuando la secuencia se repitió en la segunda tanda, es decir, con Benítez sin moverse del arco frente al disparo del Táchira y el pateador de Caracas enviándola adrede lejos, finalmente entendieron: “Están pateando afuera, me imagino que es una reacción, una manera de protestar por el gol anulado, ¿no? Es lo que queremos entender”.
Claro, los futbolistas del Rojo del Ávila estaban muy calientes con el cuerpo arbitral por haber anulado el tanto que marcó Everardo Rose en el último suspiro por una supuesta posición adelantada. Sintiéndose perjudicados, adoptaron esta insólita medida que en cuestión de minutos se hizo viral.
A propósito, Anderson Contreras, de efímero paso por Universidad de Chile y Audax Italiano, fue el encargado de mandar afuera el segundo disparo de su equipo.