El ex futbolista aseguró que debió renunciar cuando el club mandó al plantel a cobrar el seguro de cesantía.
Marcelo Espina dejó hace algunas semanas el cargo como gerente deportivo de Colo Colo, en medio de un complicado panorama que tiene a los albos al fondo de la tabla.
"No podía seguir trabajando en un lugar donde me querían culpar absolutamente de todo y en áreas que no me correspondían. A mí me correspondía el área deportiva, de la cual me hago responsable sin ningún problema", explicó Espina en conversación con La Tercera.
En los problemas que le achacan, según el ex seleccionado argentino no tuvo responsabilidad, ya que eran de materia económica.
"Hay dirigentes que tomaron la decisión de enviar a los jugadores a la ley de cesantía, esa famosa conferencia de prensa, lo de Matías Zaldivia… Son todas decisiones que están relacionadas a otro ámbito, que no me pertenecía a mí, y en las cuales yo no participé", detalló.
Respecto a la polémica decisión del club de mandar a los jugadores a cobrar el seguro de cesantía, Espina afirma que él no tuvo nada que ver. "Yo creo que se debieron agotar todas las instancias para no llegar a eso. Así se lo manifesté en forma privada a Aníbal Mosa y al resto de los directores. Que esto era el primer eslabón que podría generar un problema deportivo", enfatizó.
Autocrítica
En relación a sus errores en el último tiempo, el formado en Platense reconoce dos: "primero, haber sido más enérgico en detener decisiones que no eran deportivas, pero que yo sabía que iban a afectar lo deportivo. Y lo segundo es que yo debí irme de Colo Colo cuando enviaron a los jugadores al seguro de desempleo, porque yo sabía que eso iba a afectar a lo deportivo".
Espina como jugador se cansó de dar vueltas con el Eterno, incluso se dio el lujo de guiar al equipo en la oscuridad de la quiebra, por lo que se ganó con creces la chapa de ídolo. Sin embargo, hoy es uno de los principales apuntados por pésimo momento deportivo, que tienen al equipo más ganador del país coqueteando con la B.
¿Seguirá siendo ídolo? "La verdad, no tengo idea. Cuando fui entrenador y no me fue bien, el amor del hincha no cambió. El hincha sabe diferenciar si algo no salió bien y a la persona; la seriedad, el profesionalismo, la transparencia, la honestidad. A mí me podrán decir desde lo laboral que me equivoqué, pero jamás me podrán decir que no fui honesto; que no fui transparente, que no fui leal, que no fui de frente. Eso jamás. A mí no me van a encontrar absolutamente nada que dañe mi dignidad", reflexionó.