Estaba en un yate y viajó de emergencia para salvar a Sampaoli: Esteban Paredes y su partido dorado con La Roja

El recordado gol del Tanque ante la Celeste.

En marzo de 2013, el “Tanque” disfrutaba de las bondades de Cancún cuando lo sorprendió una llamada improbable por decir lo menos. El resto es historia.

El viernes anterior, en el Nacional de Lima, el argentino Diego Abal le había sacado la amarilla a Alexis Sánchez en el segundo minuto de descuento y, con ello, el tocopillano se quedaba abajo del próximo encuentro, en casa, contra Uruguay. Por cosas como esa, o la siguiente, el estreno de Jorge Sampaoli difícilmente pudo ser peor: en los ochenta y siete, sí, a tres del final, Jefferson Farfán aprovechó la bicicleta frustrada de Junior Fernandes (apuesta del casildense) y decretó a Perú ganador del Clásico del Pacífico. La opción de clasificar seguía intacta, se calmaban unos a otros al interior del cuerpo técnico, pero la preocupación ahora pasaba por el armado del equipo para guapearle a la Celeste. De no ganar ese partido, ahí sí que el panorama pintaba feo, y el asunto es que no sólo Vidal estaba suspendido sino también Alexis.

Sampaoli examinó sus alternativas, pero no debe haberlo convencido nadie, ni sus expupilos azules Ángelo Henríquez y Junior Fernandes o la entonces promesa Nicolás Castillo, porque resolvió acudir a alguien que en principio siquiera consideró. A un ayudante le pidió llamar de emergencia a Esteban Paredes.

Paredes, en marzo de 2013 jugador del Atlante de México, atendió el teléfono, viajó deprisa al país y a diez minutos de haber comenzado el encuentro, con la picardía de costumbre, se las arregló para superar a las torres Lugano y Godín y responderle al DT, quizás hacerle saber que no podía faltar más. La historia a estas alturas es archiconocida, pero hay algunos elementos que no lo son tanto, y que el propio exdelantero se encargó de contar en el segundo capítulo de Colgar los botines dorados, La era de oro:

“Era un partido muy importante, no estaba Alexis Sánchez, teníamos que ganar para poder pelear el otro cupo al Mundial del 2014″, introdujo el Tanque, por si alguien lo hubiera olvidado. Pero luego viene lo realmente importante: “Estaba arriba de un yate cuando me avisaron”, soltó entre jijeos. “Sí, sí, me llamaron por teléfono y me dijeron, Esteban, tenís que estar el día domingo, ya te sacamos el pasaje”.

En concreto, su celular comenzó a sonar cuando eran cerca de las dos y media de la tarde y sorteaba como podía el calor de Cancún. “De ahí me fui muy rápido y llegué el día domingo en la noche, entrené el día lunes y el día martes estaba jugando”, explicó Paredes. “Hice un gol”, remató entre más jajás.

La Roja en definitiva se impuso 2 a 0, Eduardo Vargas anotó el segundo, Sampaoli a contar de entonces acomodó un equipo que no supo de más derrotas en las eliminatorias y clasificó al mundial de Brasil, pero Paredes tan sólo volvió a sumar minutos ante Paraguay, Bolivia y en los amistosos contra Costa Rica e Irlanda del Norte. De ahí que la relación no haya quedado demasiado bien, al menos del lado del exariete.

“Estaba en mi mejor momento en Colo Colo el 2014, había vuelto de México y la verdad que siento que nunca me dio la oportunidad que yo necesitaba para poder demostrarle que sí podía estar o sí podía servir en la selección”, justifica el de los goles.

Mira aquí el capítulo:

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