El actual finalista de Wimbledon acusó una lesión en su rodilla. Era, también, el vigente campeón de dobles del certamen.
Uno de los objetivos que se había trazado para esta temporada Nick Kyrgios, número 21 del mundo, era conseguir un Grand Slam. Luego de su gran presentación en Wimbledon, donde alcanzó la final, instancia en la que cayó ante Novak Djokovic, el australiano de 27 años se había preparado de la mejor forma para dar la sorpresa en este, el primer grande del año, y en sus tierras…
Pero la sorpresa acabó llegando de otro modo. Este lunes, el “bad boy” anunció que no jugará el Abierto de Australia, a 24 horas de su debut, acusando una rebelde lesión de rodilla.
“Estoy extremadamente decepcionado y agotado por esta situación. Ha sido bastante brutal y no ha sido nada fácil. Esto llega simplemente en un mal momento. Pero así es la vida. Las lesiones son parte del deporte”, explicó visiblemente afectado el tenista.
Resumió, contundente: “Estoy destruido”.
“Es como un dolor constante. Cada vez que practico mi servicio, se puede ver en el costado de mi rodilla que hay un pequeño bulto. Ese bulto eventualmente se hará más y más grande. La única forma de solucionarlo es con una operación”, adelantó el australiano sobre las molestias que lo aquejan.
Kyrgios debutaría este martes ante el ruso Roman Safiullin, y también se había apuntado al certamen de dobles, junto a Thanasi Kokkinakis, para defender la corona que obtuvieron en 2022.
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