El delantero dejó Chile en diciembre y para volver a su natal Villarrica en Paraguay. Allá instaló una botillería y armó un mini hotel para estudiantes, a la espera de retornar al fútbol, mientras tanto ayuda a los más pobres de su zona con canastas familiares.
"Tuve ofertas para volver, en Valdivia me querían, pero finalmente opté por quedarme acá, fue una buena decisión por todo lo que está pasando", dice Ever Cantero, histórico ex delantero de Cobresal, que a fines del año pasado dejó el norte y volvió a Villarrica (110km al norte de Asunción) para estar con su familia.
Ya son cinco meses sin fútbol para el "Cavani del desierto", quien en tiempos de coronavirus no se olvida de su gente. Por eso hace unos días regaló canastas familiares a diferentes familias que lo estaban pasando mal. "En esta zona hubo mucho desempleo, gente que empezó a pedir ayuda y nosotros con mi familia brindamos un poquito de ayuda, la gente empezó a organizarse y entregamos algo, siempre que podemos ayudar, lo hacemos", dice.
En Paraguay el bicho aún no pega fuerte, ya que llevan más de un mes en cuarentena, lo que según el goleador "fue lo necesario para que esto no empeore, pero esto tiene para largo, esperemos que se mantenga en calma todo", acota.
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13 de mayo del 2017/Viña del Mar
El jugador de Cobresal Ever Cantero convierte gol,durante el partido valido por la décimo cuarta fecha del torneo de Clausura 2016-2017, disputado entre Santiago Wanderers vs Cobresal , en el Estadio Elias Figueroa Brander.
FOTO:YVO SALINAS/AGENCIAUNO[/caption]
Lejos del fútbol
Cantero lleva 121 goles en sus 12 temporadas en el fútbol criollo, pero asegura que "uno extraña el camarín, los entrenamientos, siempre fui un jugador de mi casa, de disfrutar con la familia, ojalá se abra alguna ventana cuando vuelva el fútbol, tengo las ganas de seguir jugando. Esperamos que si todo se resuelve en agosto pueda regresar".
- ¿Cómo es su día a día?
Estoy con mi familia, entreno. Armamos una botillería y alquilo cuartos a estudiantes, porque Villarrica es una ciudad universitaria. Con eso me mantengo, tengo mis ahorritos y puedo ayudar al resto.
- Ayer se cumplieron cinco años del título de Cobresal...
Lo que hicimos por el club fue único, no se puede describir, porque uno siempre piensa en querer salvar al equipo, luchar por no descender, pero ese año fue único. Empezamos con José (Cantillana), luego vino Dalcio (Giovagnoli) y nos trajo alegría. Tuve años muy buenos, otros no tantos, pero estoy agradecido de todo lo que me dieron, fue una estadía feliz.
- ¿Por qué se fue?
No me tuvieron en cuenta. Desde que llegué a Paraguay en diciembre nadie se comunicó conmigo, recién en la última semana del libro de pase de la B, me llamaron de Valdivia. Acá tuve una oferta de la B, el equipo de mi ciudad está en primera división, pero no me llamaron, así que preferí prepararme para regresar en el otro semestre.