Si Gerard Piqué incursionó en el tenis, o si Marcelo Barticciotto repartió bostezos cantando en el Festival de Viña, nada de raro es ver a Usain Bolt dándoselas de Cristiano Ronaldo, un anhelo que hace rato tiene al jamaicano que cambió las zapatillas con clavos por los chuteadores.
Por lo mismo, y tras oficializar su retiro de las pistas de atetismo, no así de las de baile, el multicampeón olímpico fue de fiesta en fiesta buscando su nueva inspiración, hasta que le entró el bichito por el fútbol y se paseó por el mundo buscando una oportunidad.
Visitas al Manchester United, Borussia Dortmund y su última intento, el Mamelodi Sundowns, club sudafricano en el que estuvo entrenando y donde se daba por hecho su arribo.
Pero, finalmente, su paso por el país de las vuvuzelas no se concretó, aunque el "Correcaminos" igual se salió con la suya y timbrará en un partido a beneficio, en junio próximo (ver nota secundaria) por lo que al menos se dará el gustito.
Alegría
Y uno que tuvo la oportunidad de entrenar con el hombre bala fue Gastón Sirino, ex ariete de San Luis de Quillota, que llegó hasta África luego de romperla en el Bolívar. El charrúa compartió jornadas de entrenamiento con el ex atleta, que le bastaron para dar su veredicto sobre el "don" con la bola del jamaicano.
- ¿Cómo fue la experiencia de entrenar con Bolt? Muy linda la verdad. Uno vio sus historias y me pone muy contento haber hecho jugadas con él, mientras entrenábamos.
- ¿Tiene con qué defenderse el hombre? En términos futboleros, claro... Le mete ganas, pero el fútbol no es para él. Obviamente, tiene velocidad pero con los pies es medio duro, jajajá.
- ¿Y qué tal la relación con él? ¿Se sacó alguna fiestita? Jajajá. Todos saben cómo es y lo que pasa cuando sale. Acá estuvo muy contento y nos agradeció por la recepción. Fue una alegría para el plantel.