A pesar de mejorar una enormidad en relación a lo que hacía con Larriera, O'Higgins no logró superar a Palestino.
El estreno de Marco Antonio Figueroa en la banca de O'Higgins movilizó a los hinchas rancagüinos al estadio a pesar de la lluvia, pues con el ex entrenador Mauricio Larriera no estaban muy prendidos y se nota que ahora volvieron a creer en el equipo.
El problema es que con dos días de trabajo, le costó al cuadro del "Fantasma" poder hacer pie en El Teniente, pues con la intención de buscar el arco rival dejaron espacios en defensa, lo que fue aprovechado tempranamente por Matías Campos (13').
Rápidamente Agustín Valenzuela puso el empate, premio al ímpetu de los celestes. Pero seguían con problemas de ordenamiento en la cancha, lo que posibilitó que Luis Jiménez marcara una joya.
El ex volante del Inter apareció destapado por la derecha del ataque de Palestino. Con la calma que le dieron sus años en el fútbol extranjero enganchó al defensa que le cerraba y con la pierna izquierda definió al palo lejano, derrotando a Miguel Pinto y anotando así su primer tanto en el fútbol chileno.
Para la segunda etapa, el "Fantasma" les inyectó mística al "Prócer" para no volver a perder, lo que se vio reflejado en el gol que anotó Maxi Salas, quien no había marcado en el torneo y lo celebró como si hubiese anotado en la final de la Libertadores.
Para los árabes, fue un punto amargo por el momento complicado que pasan, ya que están mirando la parte baja de la tabla. "Vinimos a jugarle de igual a igual a O'Higgins, jugamos bien por momentos, pero debimos haber ganado", se lamentó Agustín Farías.