Sacó un histórico tercer lugar sudamericano y fue top ten en el último mundial de la disciplina. Estos son algunos de los pergaminos que tiene este verdadero guerrero, quien no tiene nada que envidiarle a Honda de Street Fighter.
17.332 km separan a Chile de Japón, pero la distancia no importa para que la pasión por el sumo haya despertado en Felipe Castro (28), un versátil si queremos ponerle algún rótulo, pues también es ingeniero en construcción, emprendedor y jugador de fútbol americano.
Este rikishi (así se llama a los luchadores de sumo) criado a base de cazuelas es un referente a nivel nacional con distintos logros tanto locales como internacionales. Una muestra de esto es su bronce en el último Sudamericano en junio y su top 10 mundial en septiembre, parándose de igual a igual con países que practican este deporte desde hace décadas.
“Fue algo maravilloso, porque históricamente nunca hemos tenido a un luchador de sumo chileno compitiendo internacionalmente en esta disciplina y menos obteniendo una medalla”, declaró a La Cuarta sobre la relevancia de lo que ha conseguido.
Felipe sabe lo que es estar en el alto rendimiento. Ya cuenta con experiencia en la National Arena League, una liga de fútbol americano que se juega indoor, donde fue el primer sudamericano en ser parte de esta competencia. Así que llevar a cabo hitos es una normalidad en su trayectoria deportiva.
“Que esté un chileno dando cara es brígido”
“Que esté un chileno dando cara es brígido, es un deporte tan lejano a nosotros. Igual, una cosa es competir y la otra hueá es ganar, y eso me tiene motivado”, agregó con gran énfasis. Y no es para menos: conoció este deporte de chiripazo, hablando en buen chileno, tras ir a entrenar fútbol americano en Estados Unidos. Uno de los ejercicios era el sumo, y desde ahí quedó flechado, avanzando meteóricamente.
Este fortachón —y no se exagera, pues es parte de la categoría heavyweight, es decir, más de 115 kilos— sigue una estricta dieta todos los días, además de entrenar dos veces al día, seis días a la semana, algo que compatibiliza con su trabajo, en un claro ejemplo de disciplina constante.
Solo está permitido pensar en grande
Su sueño es expandir este deporte de contacto por todo Chile. Por algo no es raro verlo en distintas ciudades, ya sea en ferias o colegios, realizando exhibiciones.
“El proyecto más grande que tengo es formar la primera selección de sumo chilena para competir en el Sudamericano de Paraguay 2025 y, por qué no, clasificar al Mundial de Bangkok, Tailandia, ese mismo año”, indicó sobre sus aspiraciones. Por otro lado, confesó que también apunta a llevar a cabo el Sudamericano 2026 en nuestras tierras.
Castro, de una mentalidad ganadora que se denota en cada palabra, participará el próximo año en diferentes opens tanto en Estados Unidos como en Europa para seguir formándose en este milenario arte marcial. Viene de campeonar en Buenos Aires a fines de noviembre.
“Mi objetivo es traer medallas y hacernos conocidos. Quiero transformar a Chile en una potencia sudamericana y lo vamos a lograr porque vamos bien encaminados”, aseguró. Y añadió: “Que esto sea una inspiración para los muchachos, para que vean que todo se puede”.
