Tres años habían pasado desde que la relación entre Héctor Tapia y Miguel Riffo se había congelado. Fue tras la salida de ambos del cuerpo técnico de Colo Colo que la pareja no volvió a cruzar palabras y miradas, hasta anoche.
Frente a frente estaban Colo Colo y Deportes Iquique en el Monumental, pero más que los jugadores lo importante era la cumbre entre los técnicos.
En la previa, tras consultarle a Tapia, había comentado que "con Miguel no hemos hablado, pero cada uno está metido en sus cosas", por lo que se esperaba que en plena cancha se diera un tierno reencuentro o una desconocida monumental.
Pese a que los mal hablados querían lo último, los dos entrenadores demostraron que pese a todo lo que pasó en su relación siempre hay que saludar.
El abrazo
Fue Miguel Riffo quien asumió el rol consolador, porque una vez que los elencos estaban en cancha para esperar el comienzo del partido caminó hasta la banca alba para comenzar con una fila de abrazos.
Comenzó con Esteban Paredes, con quien conversó un minuto. Luego vino Gonzalo Fierro, el Nano Torres, pero faltaba el más importante: Tito Tapia.
Riffo preguntó por él, miró para todos lados pero no lo encontraba. Fue Torres el que le dijo allá viene y donde comenzaron los aplausos en la Ruca.
Ambos se dieron un tremendo abrazo, el que incluyó unas coquetas sonrisas, que hasta hizo olvidar a los hinchas del fome partido que jugó Colo Colo, que no pudo hacer caer la portería de Rodrigo Naranjo y donde Paredes, que entró desde la suplencia, se perdió al menos tres goles.