Nicolás Jarry tuvo dos match points, pero finalmente se inclinó ante el odioso Alexander Zverev. Pese a ello, a Roland Garros llegará como 58° del globo terrícola.
Pudo ser un amor de los grandes, pudo ser. Y el primero, además. Pero tal como sucedió en la final de Sao Paulo el 2018, el nieto de Jaime Fillol, Nicolás Jarry (75°), se farreó su "estreno" en títulos ATP, luego de caer ajustadamente en Ginebra frente a Alexander Zverev (5°), en un partido que se suspendió dos veces por lluvia.
Lo más doloroso es que el chileno engordó para morir a dieta, pues tuvo un comienzo como la Católica ante Independiente del Valle en la Libertadores, pero logró revertir la situación y llegar al tie break, instancia que siguió su abuelo desde un celular.
Tal cual, pues el ex número 14 del mundo (1974) aprovechó un receso en el Torneo de Celebridades disputado en el Club de Polo para ver cómo el Nico igualaba 6-6 en el desempate (llegó a estar 6-3 abajo) con un punto espectacular, y tras cartón tuvo dos match points, pero al final ganó el alemán en parciales de 6-3, 3-6 y 7-6 (8).
Un balde de agua fría para el chileno, que dio su mayor esfuerzo en más de dos horas y media, y que al final quedó destrozado sobre su silla. En tanto, Zverev respirió aliviado luego del show que se mandó: al fisioterapeuta de Jarry le gritó "cierra tu puta boca" y también exigió que se aplazara para hoy el partido debido a la lluvia.
Como sea, al menos el "Jirafo" tuvo una buena "previa" para Roland Garros, donde enfrentará a Juan Martín Del Potro. Y atención, que mañana aparecerá 58° del ranking ATP con 855 unidades, alcanzando un alza de 17 puestos. Algo es algo.
"Fue un gran campeonato, no ha sido un año fácil para mí tampoco, pero habrán más oportunidades y las aprovecharé al máximo. Esto no hubiera sido posible sin el aliento que me dieron los chilenos toda la semana", reflexionó Jarry, esperanzado en rendir en Francia.
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