Franklin Lobos: "El que se queja no sabe lo que tiene en su casa"

El minero-futbolista que estuvo 70 días en la mina San José, cuenta cómo se puede sobrevivir al encierro. "La gente ahora tiene de todo, nosotros abajo nos divertíamos sólo jugando a las damas", dice.

La historia de los 33 mineros de la Mina San José fue el hecho mundial más comentado en 2010. 70 días estuvieron bajo tierra y en ese lote estaba Franklin Lobos, ex futbolista de Regional Atacama, Cobresal, seleccionado nacional en las clasificatorias rumbo a los Juegos Olímpicos de Los Angeles 84, quien sabe en carne propia lo que es mamarse el encierro obligatorio casi como calvario.

Por eso ante la cuarentena preventiva que se vive en grande del país, el ex crack es claro en señalar que "yo no entiendo a la gente que sale de la casa con la embarrada que está en Santiago y otras partes. Como dice el Chino Ríos, todos son muy 'cara de nalga', porque tienen todo para quedarse en la casa. Acá el Gobierno tiene que ayudar también, porque tampoco ha sido claro en cuidar a los chilenos".

Vida en el norte

Lobos trabaja hace tres años en un rent a car de Copiapó, y como en su zona sólo existe un caso confirmado de Covid-19, todo funciona de forma relativamente "normal".

"Como el tema está controlado acá, uno anda tranquilo-nervioso, pero al trabajar tengo todas las medidas adecuadas: guantes, mascarillas, alcohol gel, igual tenemos poco contacto con la gente y la empresa cumple con todo, pero también tenemos algo de miedo con lo que puede venir. Yo no tengo enfermedades crónicas, pero mi hermana sí, tengo nietas y con todo lo que uno ve en otros países asusta un poco de que pueda llegar a Chile", añade el minero-futbolista.

Con cautela

Franklin ve que "la gente joven no le toma el peso, mientras que los que pagan el pato es la gente adulta, los chicos están llenos de vitalidad, pero los que 65 años para arriba no están así, hay que tomar conciencia y estar encerrados".

- Son condiciones distintas, pero ¿cómo se entretiene la mente cuando se está encerrado?

Abajo había que buscar algo que hacer, nos faltaba comida en un comienzo, pero teníamos que estar lúcidos. Creamos un dominó y un juego de damas artesanal, esa era nuestra mayor entretención, nos mantenía "tranquilos", pero ahora existe el internet, hay cable, teléfonos, él que se queja no sabe lo que tiene en su casa.

- Y algunos que eran hinchapelotas también...

Jajá, varios, éramos 33 personas, con personalidades distintas, esperando que nos rescataran, sin saber qué estaba pasando arriba, angustiante a ratos, pero salimos vivos.

- Y aguantaron 70 días...

Sí, poh. Se puede estar encerrado, uno tiene que darse ánimo de que todo va a pasar, aunque esto se viene para largo porque aún no encuentran cómo matar al bicho, por eso es fundamental cuidarse, hacer caso a los doctores, es como un partido, donde sólo debes seguir las instrucciones del DT.

- ¿Le tiene miedo al coronavirus?

Un poco, pero acá en la región nos cuidamos harto, las faenas mineras están suspendidas, yo estoy sano después de todo lo que pasó, así hay que darle nomás.

- Supongo que extraña el fútbol...

Claro, si toda mi vida he sido deportista. Aún juego en el Deportivo Comercio donde comparto con ex jugadores del Regional y Cobresal, pero con todo esto también tuvimos que parar los partidos. De repente, cuando prendo la tele, busco en el cable y no ver nada de fútbol duele mucho. No hay como jugar o ver el fútbol en directo, se extraña, pero hay que aguantar.

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