Todo parecía marchar bien para el Manchester City en su visita al Santiago Bernabéu: a los 73′ logró ponerse arriba en el marcador, obligando a que el Real Madrid tuviera que hacer dos goles para estirar el partido a la prórroga.

Al parecer, los merengues necesitaban un poco de dramatismo para ponerse las pilas porque, cuando el partido entraba en los descuentos, Rodrygo encajó dos tantos que llevaron el partido al alargue.

Y no eso porque, ya en la prórroga, el francés Karim Benzema puso el 3-1 a favor de los merengues, que en el duelo de ida habían caído 3-4.

La épica remontada, por supuesto, desató la algarabía entre los fanáticos del Madrid. Sin embargo, hubo unos pocos que terminaron refunfuñando con la gesta: los que se fueron antes de que terminara el tiempo reglamentario, cuando los merengues estaban prácticamente eliminados.

Según capto la prensa local, distintos hinchas se dieron media vuelta y corrieron de regreso al estadio cuando escucharon los festejos dentro del recinto.

Sin embargo, en vista de que una vez afuera ya no se puede entrar nuevamente, los arrepentidos no tuvieron permitido el paso por parte de los guardias.

“¡No es es justo!”, “¡no se puede!”, “¡es una vergüenza!”. Esos eran algunos de los reclamos que se escuchaban. También, había quienes alegaban lo cara que les había costado la entrada: 250 euros, algo así como 230 mil pesos chilenos.

En tanto, desde dentro del estadio, se escucha el coro de la multitud: “¡Sí se puede! ¡Sí se puede! ¡Sí se puede!”.

Y sí se pudo.

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