Sobre el cierre del compromiso entre el PSV y el Sevilla por los octavos de final de la Europe League se produjo el grave incidente. Por suerte, no pasó a mayores…
En lo deportivo, Sevilla sufrió más de la cuenta en su visita a Países Bajos pero logró clasificar a la siguiente fase de la Europe League. Sufrió más de la cuenta, porque cayó 2 a 0 ante el PSV Eindhoven, que estuvo en varias oportunidades a punto de igualar la serie: en España, el cuadro dirigido por Jorge Sampaoli ganó 3 a 0.
Pero el cuadro andaluz no solamente lo pasó mal en el trámite, sino también por la hostilidad con la que se encontró en el Philips Stadion. Prueba de ello fue lo que ocurrió prácticamente al cierre del cotejo, cuando un hincha del elenco local intentó agredir al arquero del Sevilla.
En los descuentos, el sujeto invadió el campo de juego y fue directo a por Marko Dmitrović, guardameta serbio.
Bueno, de seguro no sabía con la chichita que se estaba curando, porque el arquero de 1,94 metros no sólo esquivó los golpes del fanático neerlandés, sino que hábilmente lo derribó e inmovilizó.
Entonces intervinieron los jugadores de ambos equipos y la seguridad, entre las pifias del público.
Tras el compromiso, Sampaoli se refirió a la situación: “Es una vergüenza que se haya continuado el partido. Estos hechos tienen que ser bien sancionados porque si no va a volver a pasar y se va a repetir”, opinó.