Tiene 55 pirulos y sigue jugando a la pelota de manera profesional. Sí, tal como leyó, no es un error de tipeo. Robert Carmona es el jugador más longevo del mundo. Con más de 40 años de profesión en clubes reconocidos por FIFA, el uruguayo va por un bonus track, según confiesa a La Cuarta.
"Estoy entrenando en Uruguay, con el equipo de Huracán de Paso de la Arena, en la pretemporada, esperando alguna oferta que sea atractiva. En diciembre acabé mi contrato con Audax Orione de Italia y antes estuve con el Inter Ibiza en las Baleares, jugando la liguilla de promoción en el campeonato regional".
- ¿Cómo lo hace para estar vigente tantos años?
-Tengo la certificación del récord Guinness de ser el jugador más longevo del planeta en clubes reconocidos por la FIFA. Ya obtuve el premio en 2014 y 2015, y ahora estoy en los trámites para el '16 y '17. Ya superé a Sir Stanley Matthews, quien jugó hasta los 50 años. Como yo siempre digo: 'Hay Carmona para rato'. Soy un elegido y le doy gracias a Dios que me haya dado fuerza y vitalidad.
- ¿Pero tiene algún cuidado especial en su físico?
-Dios me eligió para ser un ejemplo, me siento un espejo de vida y de esperanza. Tengo el cuerpo de un jugador de 20 años, eso lo supe después de un estudio que me hicieron en España. Pero me cuido mucho, no como grasas ni frituras. No abuso de sal ni azúcar. Cuando me retire revelaré algunos secretos.
- La figura del torneo chileno es Esteban Paredes, de 37 años...
-Me parece excelente. Que siga triunfando hasta que pueda. Si tuviera que enviarle un mensaje le diría que viva una vida plena, que siga jugando, mostrando sus habilidades y condiciones. Estoy seguro que Paredes dejará un legado en Chile. Es difícil mantenerse en ese nivel en la alta competencia.
- ¿Cuál es su posición natural en el campo de juego?
-Soy volante por la izquierda, ahí es donde rindo más.
- ¿Y cómo lo hace ante rivales mucho más jóvenes?
-Bueno, ya no tengo 20 años, porque el físico te pasa la cuenta cuando tienes más de 50. Yo soy lento, pero tengo muy buen pie, me gusta tener la pelota al piso, tocar de primera, me ubico bien en la cancha. Cuando recibo, entrego de inmediato. Si no, te comenten más faltas.
- ¿Cuántos años de trayectoria tiene?
-Debuté en 1977, en el club Pan de Azúcar. He jugado en más de 35 clubes diferentes, en algunos más de una vez.
- ¿Dónde le fue mejor?
-Cuando estuve en Estados Unidos, entre la década de los '80 y '90. Jugué en muchos equipos, recorrí todo el país cuando el fútbol era semiprofesional, ya que aún no se creaba la Major League Soccer. Me acuerdo que me echaron de las Águilas de Nueva York, lo que hoy es el Red Bull, por ser muy viejo. Tenía 31 años. Ahora voy para los 56 y sigo jugando (ríe).
- Y habrá tenido muchos técnicos menores que usted...
-Muchos. Y de alguna manera los pongo en aprietos, porque no voy a los clubes para ser banca. Siempre quiero ser titular, uno más dentro de la cancha. A veces es complicado, algunos jugadores podrían ser mis nietos.
- Pero los rivales lo tratan como mayor suavidad, por ser tan longevo...
-No lo creas. Muchos me conocen, los más jóvenes me respetan y dicen: 'Ahí viene el viejito'. Aseguran que pueden pasar mi récord, pero les dejo claro que es imposible. Algunos me golpean, pero tengo la ventaja de no quedarme mucho con la pelota.
- ¿Ha tenido lesiones muy graves?
-Demasiadas en tantos años. Una fractura en el pie derecho, en el tercero, cuarto y quinto metatarsiano. Fractura expuesta de tibia y peroné. Fractura en el tobillo izquierdo. Ligamento cruzado anterior en la rodilla izquierda. Fractura de clavícula. Otra vez me pusieron 15 puntos sobre el ojo derecho.
- En tantas décadas habrá jugado contra estrellas de talla mundial...
-En 2005 compartí cancha con Diego Maradona y José Luis Chilavert, en un partido de beneficencia. Cuando estuve en Estados Unidos enfrenté a Giorgio Chinaglia, seleccionado italiano en Alemania '74. Así que imagínate, mi profesión es la mejor del mundo. Están haciendo un libro con mi vida y seguramente en el futuro harán una película. Insisto, soy un elegido.
En Japón se podría encontrar con el "lolito" Miura
La historia de Carmona de ninguna manera terminará en Uruguay. Su figura, al margen de la pelota, atrae el interés de muchas ligas que verían con muy buenos ojos tener al jugador más "tatita" del mundo.
En Japón, se encuentra el segundo más viejo en actividad, el delantero local Kazuyoshi Miura, quien renovó en enero pasado con el Yokohama Marinos, con 51 pirulos en el carnet de identidad.
Precisamente, hacia allá apuntan los tejos del uruguayo. Así lo explica a La Cuarta el empresario argentino-nipón, Hugo Yamada, quien gestiona la partida de Carmona a tierras asiáticas.
"Nuestra idea es llevar a Robert a algún equipo de la segunda o tercera categoría del fútbol japonés. Tenemos algo visto y seguramente en mayo deberíamos tener novedades al respecto. Además, queremos hacer algunos partidos amistosos y eventos para juntarlo con Miura en una misma cancha", dijo el representante.
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