El golero de Racing rompió el silencio tras la Copa América y asegura que en Chile no lo quieren por ser nacionalizado.
Una vez terminada la Copa América, uno de los jugadores más criticados en Chile fue Gabriel Arias. El meta no pudo ratificar la gran campaña que venía haciendo con Racing e incluso cerró sus redes sociales, debido a la amenazas de los odiosos.
Arias ni siquiera se tomó vacaciones y se integró de inmediato a la pretemporada de la "Academia" tras el torneo continental, para olvidar el trago amargo vivido en Brasil.
Pero ayer el arquero rompió su silencio. "En Copa América no fueron mis mejores seis partidos", comenzó diciendo al canal trasandino TyC Sports.
Incluso, le consultaron si los dardos eran más afilados producto de que nació en suelo che. "Puede ser que la crítica sea más dura por haber nacido en Argentina. Pero soy autocrítico, la Copa América mía no fue buena", agregó.
Una de las teleseries que lo persiguió fue la ausencia de Claudio Bravo de la nómina de Chile. Arias fue el que tuvo que ponerse los guantes y reemplazar al ex capitán nacional, aunque sabía que cualquiera en su lugar pasaría por el mismo drama.
"En la selección de Chile atajó muchos años Bravo y siendo figura. A cualquiera en ese puesto lo hubieran criticado tras alguna falla. Lo tomo como algo normal", avisó.
Por eso, el ex Unión La Calera prefirió enfocarse en su actuación, y puntualmente, en sus salidas en falso ante Ecuador y Perú. "Son decisiones que se toman muy rápido. Uno en el momento piensa que es lo correcto y quizás uno está equivocado", reflexionó.
Arias volverá a ponerse los guantes este fin de semana, cuando Racing enfrente a Boca Unidos en la Copa Argentina.