Año nuevo, vida nueva. Así al menos indica el dicho, el que uno esperaba que para el tenista nacional Christian Garin (22°) valiera luego de que cerrara el 2020 con varios fantasmas en su juego.

Para eso incluso cambió de técnico y apostó por Franco Davín, un viejo zorro del circuito.

Sin embargo, en su estreno en el torneo estadounidense de Delray Beach volvió a mostrar ese juego irregular que no le ha permitido consolidarse entre los más bacanes del planeta, al caer ante Christian Harrison (789°) por 7-6 y 6-2.

En el primer set tuvo oportunidades para pasar arriba en el marcador, sin embargo no las concretó y un quiebre en su contra parecía arruinar todo. Logró reponerse y llegar al tie break, donde comenzar 3-1 no le sirvió de nada porque su rival le ganó seis puntos seguidos para quedarse con la manga.

Claramente eso nubló a la mejor raqueta chilena, que además de la gran cantidad de errores no forzados demostró una fragilidad mental impresionante. Jamás fue capaz de demostrar en la cancha la diferencia de ranking que hay entre ambos y prácticamente tiró el partido, tras sufrir consecutivamente dos quiebres con una actitud patética.

Garin seguirá preparándose de cara a lo que será el Australia Open, el gran objetivo de inicio de año, que debido a la pandemia comenzará el 8 de febrero, un poco más tarde de lo acostumbrado.