La copia del trofeo no hace alusión a la entregada por la FIFA, sino que pertenecía a un par de visitantes no contemplados.
Parecido a un relato de Roberto Fontanarrosa es la situación que envuelve al 10 de la selección argentina con la Copa del Mundo. Y es que, aunque no lo crean, el trasandino posó e incluso dio vueltas al estadio con una réplica.
El hecho, el cual se relata en Clarín, involucra a Paula Zuzulich y Manuel Zaro, dos hinchas argentinos que mandaron a hacer una copia casi exacta del trofeo. Seis meses se demoró la tienda en despachar la obra de arte, la cual iría a parar en el centro del estadio de Lusail.
Con una serie de malabares, los fanáticos lograron entrar el trofeo a las gradas, pues como ellos mismos aseguran, “la verdad fue muy difícil de ingresar al estadio. La pasamos por el escáner y cuando el policía se da vuelta yo le digo a mi amigo ‘lleva la copa’. Ahí aprovechamos, la metieron dentro de una bolsa e ingresaron al estadio”.
La idea, en un principio, era hacerla llegar a los jugadores para que la firmaran. Para eso, se la pasaron a un familiar del mediocampista Leandro Paredes, quien hizo llegar el trofeo a los seleccionados tras sentenciar el partido en penales.
Una situación que se les fue de las manos
Acto seguido, los jugadores empezaron a pasarse la copa chafa, la cual entró un total de tres veces a la cancha. “La primera vez se la lleva un familiar de Paredes. Luego, él la firma. La segunda vez nos la piden para sacarse más fotos y es el momento en el que está más tiempo (dentro de la cancha). Creímos que no la recuperábamos más. La gente decía ‘te llevaron la copa’. Habrá estado como 45 minutos en manos de un jugador a otro”, comentó Manuel.
Es en esta situación donde nace la icónica foto de Messi de Instagram, la cual se convirtió en la foto con más likes en la historia. Al principio, Paula y Manuel no estaban al tanto de la situación, sino que fue después de ver las publicaciones cuando se dieron cuenta de lo sucedido.
Incluso, se puede ver en otra postal cómo Ángel Di María se ríe con Messi al darse cuenta de la situación, la cual fue corroborada por el fotógrafo Fernando de la Orden, quien estuvo cerca de los involucrados.
La copa no se vende
Tras varios minutos de incertidumbre, los dueños pudieron recuperar su tan amado trofeo, el cual contaba con las firmas de Leandro Paredes, Lautaro Martínez, Guido Rodríguez, Nico González y Di María.
Fueron muchos los fans que durante y después de la situación le ofrecieron dinero. Sin embargo, ambos desistieron a las ofertas, haciendo que la copa se quedara en casa:
“Cuando estábamos ahí les ofrecimos la copa a todos para que se sacaran fotos. Nos fuimos últimos del estadio. Y uno de los chicos me pidió el contacto y dos días después terminó ofreciéndome dinero por la copa porque la quería comprar. Le dijimos que no, muchas gracias, la copa se venía para La Plata”, revelaron.
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