La pinta no es lo de menos para el ex DT de Colo Colo, quien se juega esta noche su paso a la final de la Liga MX.
Pablo Guede partió de Chile luego de haber ganado un Campeonato Nacional, una Copa Chile y dos Supercopas con Colo Colo.
El ciclo del "Puto Amo" dejó números positivos en el Cacique, pero en abril del año pasado el buzo salió de los albos luego de una serie de malos resultados. El más duro el sufrido en Copa Libertadores frente al desconocido Delfín de Ecuador en el Monumental. Fue la gota que terminó con la paciencia de ByN, pese a que antes de partir, el argentino se dio el gusto de ganar el Superclásico a la "U", su víctima preferida.
Luego de un fugaz paso por el fútbol de los Emiratos Árabes, en enero de este año el "Puto Amo" quedó disponible, y tuvo que esperar hasta agosto para conseguir un nuevo equipo: Morelia de México.
A las tierras de los tacos y enchiladas, Guede llegó a la Liga MX como un entrenador que estaba lejos del radar de los charros, e incluso fueron varios medios los que cuestionaron el arribo del ex Colo Colo a Monarcas.
Pero en cuestión de meses el panorama cambió completamente. Hoy los canarios están a un paso de clasificar a la gran final del fútbol mexicano, siempre y cuando en cancha del estadio Azteca logren defender el 2-0 obtenido en el partido de ida.
Guede tienen a todos sorprendidos en México, y ya catalogan al trasandino como un "revolucionario que llegó a la Liga MX", como publica el diario La Opinión.
Pero a sus virtudes con el buzo, el "Puto Amo" también ha sabido inyectar estilo y glamour al fútbol charro, y desde el borde de la cancha destaca con mansas pintachas, tal como lo hizo en Chile, principalmente en su etapa en Colo Colo.
Revisando el último look que presentó el argentino en la ida frente al América, a los mexicanos les llamó profundamente la atención las zapatillas del DT, las que lucían con letras doradas la marca Dolce Gabbana, sobre los colores blanco y negro.
A tanto llegó la curiosidad de los adictos al guacamole, que distintos medios se dieron la pega de averiguar el valor del llamativo calzado y fue ahí cuando cayó la sorpresa. Las "tillas" costaban nada menos que 15 mil pesos aztecas, unas 600 lucas chilensis.