Para cumplir con el directorio, el nuevo técnico albo se vino por tierra al no encontrar vuelos que lo trajeran de inmediato. Lo que preocupa ahora son los permisos sanitarios para poder dirigir.
Cuando el sábado se realizó una reunión extraordinaria de Blanco y Negro para ver el tema del técnico que reemplazaría a Gualberto Jara, Marcelo Espina fue claro con todos los de la mesa: traía a Gustavo Quinteros desde Argentina, el lunes dirigía al plantel en el Monumental y el viernes estaba en cancha comandando a Colo Colo en su visita a Coquimbo Unido.
Tras conseguir la votación plena de la directiva del Cacique, se inició la operación para traerlo a Chile, la que no fue para nada fácil.
Vuelo no había. Se pensó en darle una vuelta por Sao Paulo, pero el tiempo los empezaba a pillar.
¿Qué pasó?
El argentino nacionalizado boliviano se armó de valor y se pegó el pique en auto todo el domingo, desde Buenos Aires hasta Santiago, todo para cumplir los acuerdos con la directiva y firmar el contrato que lo tendrá 15 meses en el cargo, algo que da entender de las ganas que tiene de empezar a trabajar.
Pero el problema más grande estaría en el ingreso al país: se le solicitaría una cuarentena. "Todas las personas que llegan a Chile del extranjero deben realizar una cuarentena obligatoria de 14 días", comentó la seremi de Salud de la Región Metropolitana, Paula Labra, encendiendo las alarmas.
La encargada de gobierno fue más allá. "No obstante, de acuerdo a la resolución exenta 722 del Ministerio de Salud, aquellas personas que tengan motivos impostergables por los cuáles no pueden realizar esta cuarentena, deben solicitar a la seremi de salud una excepción de esta", algo que ya empezaron a hacer los dirigentes albos.
En el protocolo dice que "deben enviar una declaración jurada indicando los motivos por los que no pueden realizar esta cuarentena y un PCR negativo hecho en Chile. Con ambos antecedentes a disposición, se analizan los motivos y podemos exceptuar la cuarentena de aquellos viajeros que vienen del extranjero", confirmó la Seremi.
Eso sí, nada, hasta ahora, asegura que vayan autorizar al nuevo técnico albo, pensando en que su trabajo no es reconocido como prioritario en este momento, además que, tras lo ocurrido contra Antofagasta, donde la directiva de ByN pasó por delante de los reglamentos sanitarios, las relaciones no quedaron en buenos términos. Las próximas horas serán claves.