El empresario rompió el silencio en una radio de su propiedad y confirmó que seguirá luchando por la construcción del estadio azul. Además, recalcó que no tiene en mente vender sus acciones y seguirá siendo el mayor accionista del club.
Se van a cumplir dos semanas desde que Carlos Heller dejó de ser el presidente de Azul Azul, luego de recibir amenazas en el duelo donde la "U" cayó ante la Universidad de Concepción.
Si bien tras su salida se designó a José Luis Navarrete como su sucesor, que llevará las riendas del club hasta, al menos, el 22 de abril, día en que se desarrollará la junta de accionistas, la duda quedaba en qué iba a pasar con el patrimonio del propio Heller, quien sigue siendo el mayor accionista con un 63,07%.
"Quiero que quede claro para el hincha de la 'U', para los accionistas y para la gente, que yo por ahora no voy a vender ninguna acción. No quiero caer en el oportunismo de mucha gente que ve hoy la oportunidad de comprar acciones baratas", comentó Heller en entrevista con radio Infinita, que es de su propiedad.
En la misma charla, el empresario aseguró que "no hay venta ni regalo de acciones para nadie. Tengo que ser muy cuidadoso con quien va a llegar a la 'U', quiero que llegue gente a aportar. Que vayan a querer lucrar con la institución no lo voy a permitir", dejando en claro que no soltará las riendas de los azules.
Eso sí, el tema más interesante que tocó fue el del estadio, recordando que cuando asumió hace 5 años en Azul Azul aseguró que bajo su mandato se iba a construir el anhelado nido chuncho, el que vio cerrar las puertas en cada proyecto que comenzó a avanzar bajo su gestión.
"Es la gran deuda que siento dentro de mí. Buscamos más de 40 locaciones, hablamos con una gran cantidad de gente, gastamos una gran cantidad de plata en estudios, compramos un sitio en La Pintana", dio pistas de que por ganas no se quedó.
Por eso, Heller aseguró que no ha dejado la idea de lado, pese a estar alejado de sus funciones, porque mantiene la esperanza de poder aportar en la realización de la casa propia.
"Estábamos muy cerca y de repente estamos tan lejos, porque nos pegaron un portazo en la cara. Nunca lo vamos a dar por cerrado, mientras yo viva voy a tener la esperanza de que la 'U' tenga un estadio. No es una oferta, yo no soy candidato a nada, y solo espero que a la 'U' le vaya bien", cerró.