Durante años se desconoció el paradero del niño que se atravesó justo cuando los gráficos hacían su trabajo. Un reportaje periodístico hace algunos años dio con su familia y contó su historia de vida.
"Hay un chico que está dentro de la cancha con una bandera colgando. Es muy pequeñito, pero esas cosas no deben pasar. Se descuelgan por la reja y es la única persona extraña al acontecimiento".
El "Sapito" Livingstone estaba medio indignado en la transmisión oficial de la Copa Libertadores con la presencia de un extraño dentro de la cancha para esa final disputada hace 29 años.
El "Monito", aquel hincha envidiado por todo Chile tras colarse en la foto del equipo que fue campeón de la Copa Libertadores, desapareció apenas los flashes hicieron lo suyo. Lo buscaron sin exito, hasta hace más de 10 años, donde costó, pero lo encontraron.
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Varias personas se hicieron pasar por el histórico niñito. Incluso uno fue entrevistado por el mismo Aldo Schiappacasse para un diario de gran circulación nacional hace varios años. Era todo una mentira.
El "Monito" se llamaba Luis Mauricio López Recabarren, quien falleció de leucemia en el Centro de de Detención Preventiva Santiago Sur. La leucemia se la provocó un balazo que recibió en la cabeza justo en su último robo. Lo suyo era eso. Además de inmortalizarse en la histórica imagen, el pequeño hincha albo hizo de las suyas en varios partidos más y con distintos equipos, incluida los de la selección chilena.
Luis Mauricio quiso siempre ser con su papá, quien comenzó con esa tradición de meterse a la cancha. La historia del "Hincha Fantasma", como fue apodado, la reflejó el periodista y docente Luis Miranda Valderrama, quien buscó y buscó al niño hasta dar con su familia.
Todo quedó reflejado en un vibrante reportaje con el mismo título, "El hincha fantasma", el cual fue publicado en 2010 por la prestigiosa revista peruana Etiqueta Negra en su edición Nº61:
"Durante ese asalto recibió un balazo en la cabeza y casi murió. Sus padres creen que esa herida pudo haberle provocado la enfermedad. Su salud declinó poco a poco. El 30 de julio de 1999, a los veinticuatro años, Luis Mauricio murió en una cama del hospital de la Penitenciaría. Según su madre, sus compañeros de la prisión guardaron cinco minutos de silencio en su honor".
Monito, un hincha famoso
"Después de aquella final de la Copa Libertadores, el Monito era famoso en su barrio. Sus vecinos le reconocieron de inmediato en las imágenes de televisión y lo felicitaron. Sus amigos se sentían orgullosos de él y pronto supieron que un equipo de televisión lo buscaba para entrevistarlo. Alguien había contado que el niño de la fotografía era el Monito y que lo podían ubicar en la calle Guillermo Mann. Pero él no quería que lo encontraran. 'Hubiera tenido problemas altiro', explica su padre. En su caso, aceptar la fama habría traído a su vida no sólo periodistas, sino policías. Durante su vida, el Monito entró y salió varias veces de los reformatorios de menores y de la penitenciaria. También tuvo problemas con las drogas. 'Cuando se empezó a meter con la pasta base [de cocaína] la cosa se puso más incontrolable', dice su padre; pero luego vuelve a seleccionar los mejores recuerdos. 'Mi hijo era re-buena persona. Si usted hubiera visto las pololas que tuvo, todas bonitas. Siempre lo quisieron ellas. Nunca lo abandonaron, hasta el final'".
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