El histórico especialista en actividad muscular de Colo Colo, relató a La Cuarta sus anécdotas en el equipo y recordó el momento en que Gabriel Ruiz-Tagle conoció al "Tanque". "Se lo presenté y le dije que sería el futuro goleador del equipo", contó el "Colorado".
A sus 62 años, Alejandro Kock puede presumir de su estado físico y hasta zapatear de corrido toda la semana de Fiestas Patrias si se le da la gana. Es que el hombre las ha hecho todas, tanto en su pega de kinesiólogo como en sus otras facetas.
Tome nota: el "Congrio Colorado", como es conocido en el rubro de la caza submarina, es el actual capitán del equipo que acaba de salir tercero en el Mundial en Portugal (ver nota secundaria). Fue subcampeón en 1994, además de cinturón negro de artes marciales y monarca nacional en natación en 1975. "Competí por la UC, y salí primero, no segundo jajá", relata a La Cuarta, fiel a su estilo.
Pero sin duda su etapa más recordada es la de kinesiólogo de Colo Colo, lugar donde estuvo desde 1994 hasta 2010. "Los vi pasar a todos. Recuerdo a mi querido guatón, el Bichi. Nos mandamos hartas parrillas. Y me retiré con el 'Señor de los anillos', Diego Cagna, que se mandó puras cagadas y le entregó en bandeja a la Católica un torneo que teníamos ganado", recuerda el carismático "kine".
Justamente, al desempolvar sus mejores anécdotas con el Eterno, Kock se tira flores al ver a Esteban Paredes Quintanilla romperla con el indio en el pecho, ya que él dio el empujoncito para el inicio de la historia de amor entre el "7" y el Popular, que hoy lo tiene a punto de convertirse en pichichi histórico.
- ¿Cómo fue ese encuentro?
Yo llevé a Paredes a Colo Colo. Estaba atendiendo una vez a Ruiz-Tagle y por su dolencia lo tenía en calzoncillos en la camilla de mi clínica. Le presenté ahí mismo a Esteban. Gabriel me dijo, "pero cómo lo haces pasar así, mira cómo estoy". Yo le dije "te presento al futuro goleador de Colo Colo, jajajá". Y así fue.
- Usted sí roncaba en el Albo entonces...
Algo conozco al equipo, jajajá. Estuve en toda esa época de ganar copas. Que Lucho Mena no se esté agrandando, él dice que tiene 11 títulos en Colo Colo, pero yo igual. Lo siento por el "Chano" Garrido también, porque yo gané más campeonatos que él, jajajá.
- También es uña y mugre con Iván Zamorano, ¿no?
Iván es mi amigo personal, nos conocimos en la Selección cuando estuve ahí. Somos socios y también soy parte de la Ciudad Deportiva (es gerente general y dueño del 30% del complejo deportivo). Una vez, cuando Zamorano recién empezó, se sentó en el primer asiento del bus de la Roja. Lo agarro y le digo 'sal de acá, cabro chico.
Aquí se sientan los grandes', y le pego una patada en la raja para que se siente atrás. Hasta el día de hoy nos reímos. También me contó entre lágrimas la noche previa a la final en Calama cuando se iba a retirar, fui el primero en saber.
- ¿Y las historias de amor también las compartían?
Le conocí todas sus historias a Iván, y él las mías. Nos juntamos y decimos que entre superhéroes no nos pisamos la capa, jajajá, pero yo no soy famoso, sólo los atiendo. Ahora él tiene su merecido reposo del guerrero en el extranjero.
- Usted tuvo una relación con una conocida modelo, ¿el mote de farandulero le pesa aún?
Con Marlen (Olivari) hubo un pasar agradable. Uno cuando está expuesto a las cámaras y a esta vida, tiene acceso a tener otra posibilidad de sentarse con reyes y obreros, pero la verdad es que no me siento farandulero.
- ¿Alguna otra historia con un famosillo?
Soy amigo de Heraldo Muñoz, siempre después del "18" compartimos un asadito. Piñera también es paciente mío, dura poco arriba de la camilla, tiene poca paciencia jajajá, pero lo que más recuerdo es ese momento donde presenté a Paredes para que pudiera llegar a Colo Colo.