El lateral fanático de la "U" le pegó el manso viaje al pitufo venezolano, quien se fue de mala forma del CDA. Varios hinchas azules se lo agradecieron.
Había preocupación en la hinchada del Flamengo. Rafinha había regresado desde Europa a cumplir su sueño de ganar la Copa Libertadores y tras lograrlo viró a Grecia.
La urgencia de conseguir un lateral derecho se hizo prioritaria y, por lo mismo, cuando Mauricio Isla tenía casi todo listo con Boca Juniors, el coloso de Río de Janeiro se metió por los palos y se quedó con el formado en la Católica.
La expectación por ver las ojotas del Huaso por primera vez en el fútbol sudamericano, luego de 12 temporadas en Europa, era alta. Pero ayer todos terminaron de salir de dudas, cuando el esposo de la Gala finalmente jugó sus primeros minutos en el actual campeón de América.
Piques más, pases menos, la verdad es que la performance de Isla estuvo lejos de ser espectacular para los cariocas, no así para el ojo nacional.
Es que después de ingresar al minuto 65, el "Huaso", declarado hincha de la "U", le cumplió las ganas a la mayoría de los bullangueros que querían hace rato que alguien le diera un tatequieto a Yeferson Soteldo.
Por las cosas del fútbol, Isla debutó frente al Santos y, por ende, al otro lado estaba el "Enano", enemigo declarado de los azules desde que trató al "León" de equipito y se rió de su casi descenso el 2019.
Y en eso estaba la contienda, cuando en una jugada por la derecha al "Huaso" no le quedó otra que bajar el pigmeo que acá llegó a Huachipato. Fue tan violento que le significó la tarjeta amarilla, que pasará a la historia por ser la primera que le muestran al seleccionado nacional en Sudamérica.
"Yo era un flamenguista inocente. Pensé que no podía tener lateral derecho mejor que Rafinha en el Fla. Aquí viene Mauricio Isla con estos cruces dignos de pintura renacentista", tuiteó un hincha alucinado con el chileno.
Los torcedores del Fla, eso sí, celebraron más a Gabriel Barbosa, la gran figura del "Mingao", quien anotó el único tanto del partido justo al término del primer tiempo.