Ignacio Casale va por su décima participación en el Rally Dakar. Tras imponerse en 2014 y 2018 en los quads, el piloto nacional siempre busca reinventarse y ahora domará una nueva categoría: Los UTV.
Corría el verano del 2010, y con sólo 22 años, Ignacio Casale se paraba frente a todos los pilotos del Dakar para dar el discurso de la deportividad, en Buenos Aires. Por esos días era un desconocido para todos, un cachorro que participaba por primera vez de la competencia, acompañando como copiloto de un camión Atakama 2038 a su padre, Francisco Casale.
En la oportunidad, finalizaron la competencia en el lugar 26, todo un éxito considerando el desigual dominio ruso en esa categoría.
Pero, Ignacio desde cabro chico fue busquilla, siempre quiso ir por más y probar desafíos nuevos. Ese impulso lo llevó a subirse a una moto al año siguiente.
¿Qué pasó? Pese a las pocas expectativas, el chileno completó la carrera para sorpresa de todos, ubicándose en el lugar 40. Sin embargo, esto tampoco dejó conforme al piloto, quien estaba seguro encontraría un área donde podría demostrar todo su potencial.
Casale comenzó a entrenar durante la temporada siguiente en las cuadrimotos, una disciplina ampliamente dominada por los hermanos argentinos, Patronelli.
A bordo de su Yamaha Raptor 700, el deportista nacional comenzó el 2012 con la ilusión de hacer historia. Y lo hizo. Algunos problemas técnicos lo privaron de subirse al podio ese verano, pero finalizó la competencia en el cuarto lugar, siendo el chileno mejor posicionado de ese año.
La carrera de Casale siguió en alza y compitiendo de igual a igual con los Patronelli, logró el sueño de su vida. En el 2014, se convirtió en el único chileno en conseguir un título del Rally Dakar. Tras una extenuante competencia, Ignacio llegó al puerto de Valparaíso en el primer lugar, y de paso, rompió con la hegemonía argentina en los quads.
Los años que siguieron no fueron tan buenos. Diversos problemas técnicos y lesiones lo hicieron abandonar la prueba en 2015 y 2016, pero el indomable Casale se levantó como el ave Fénix y alzó su segundo título en el 2018.
Este 2019 el capitalino busca reinventarse en su décimo Dakar. Probará suerte en los UTV, una categoría que el propio Casale define como una especialidad "del futuro, porque en unos años más será la más grande del Rally".
Habrá que ver que nos tiene preparado este indomable. Un cachorro que se hizo "Perro" a punta de esfuerzo y éxito internacional, y que ahora lo tienen como la principal carta chilena y sudamericana del Dakar 2019.