Al margen de sus paradas, el arquero se consolidó como ídolo albiceleste por acciones como ésta...
Es probable que por partidos como el de anoche, contra La Roja, los argentinos se hayan convencido que Emiliano Martínez es el mejor arquero del mundo. Al “Dibu” el cuadro de Gareca no le generó demasiada preocupación, es cierto, pero cuando Rodrigo Echeverría lo puso a prueba con dos remates al borde del área grande, el 1 albiceleste (que en realidad porta la 23) estuvo implacable para sostener a su selección cuando peor lo pasaba. Diario Olé, por tanto, en su crónica lo llamó “héroe”, “el villano de los demás”, alguien a quien “amamos los argentinos” y “a los de afuera tal vez no les cae tan simpático”.
Aunque esto último, más bien responde a lo que hizo minutos después el guardameta, cuando Lautaro Martínez convirtió el único tanto del match. Entonces, mientras el delantero se abrazaba con el resto de sus compañeros y después esperaba con cierta ansiedad la (polémica) resolución del VAR, Martínez hizo de las suyas.
En la otra punta de la cancha, a solas, el “Dibu” vio una oportunidad: corrió hasta los carteles de publicidad ubicados detrás de su pórtico, se trepó y dedicó el tanto a los hinchas chilenos que aguardaban en ese sector del MetLife Stadium.
Una provocación más al largo listado que suma desde que se afirmara bajo los tres palos de la Scaloneta. A propósito, desde entonces Martínez ha disputado 41 partidos, con 30 vallas invictas y apenas dos derrotas. Una Copa América, la Finalissima y la Copa del Mundo de Qatar.
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