Durante las últimas horas, salió a la luz la verdadera causa que provocó el accidente de un avión de Lamia, que se cobró la vida de 71 personas, la mayoría de ellas del club brasileño de fútbol Chapecoense en noviembre de 2016, en Colombia.
De acuerdo al informe final entregado por el jefe del grupo de investigación de accidentes de la Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil), Miguel Camacho, la tragedia se originó porque la cantidad de combustible que llevaba la navea era insuficiente para completar el vuelo.
"La aeronave se abasteció con 1.636 kilos de combustible en Santa Cruz para completar 9.300 kilos. Esta cantidad era insuficiente para completar el vuelo entre Santa Cruz, Bolivia, y Rionegro, Colombia. La cantidad mínima del combustible debía ser 11.603", detalló el coronel Camacho.
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El citado documento, presentado un año y cinco meses después de la tragedia, señala además que la compañía Lamia planeó este vuelo sin escalas y no cumplió con los requisitos de cantidad mínima de combustible exigidos por las autoridades internacionales.
"El vuelo no cumplió los requisitos de cantidad mínima de combustible para completar un vuelo internacional; no tuvo en cuenta el combustible requerido para ir al destino. Para contingencia, que es un cinco por ciento en este caso. Para ir al alterno, que en este caso era Bogotá, y un combustible mínimo para poder aterrizar", añadió el coronel Camacho.
En los resultados de la investigación, que involucró a autoridades e instituciones de Colombia, Brasil, Bolivia, Estados Unidos e Inglaterra, se explica también que la empresa y la tripulación no tomaron la decisión de aterrizar en otro aeropuerto pese a que eran conscientes de que no tenían la gasolina suficiente para completar el vuelo.
"El avión pudo haber despegado con el combustible totalmente limitado de manera que insistimos que era obligatoria una escala intermedia", agregó al referirse a que ni la tripulación ni la empresa tomaron una decisión.
Más errores
Otra de las conclusiones fue que Lamia tenía problemas de organización, una compleja situación económica y dificultades en su gestión de seguridad operacional.
"No cumplía las políticas de combustible. Efectivamente tenía una política escrita, hacia eco la empresa en sus manuales de los estándares internacionales sobre combustible pero no los cumplía", reveló.
Asimismo, el informe destaca que la compañía boliviana no cumplió con la supervisión requerida al vuelo y la llamada oportuna de prioridad y emergencia cuando se estaba agotando el combustible, lo que generó "una demora en la aproximación del avión a la pista de Rionegro", aeropuerto que sirve a Medellín.
Cabe recordar que el accidente se produjo el 28 de noviembre de 2016, cuando el avión transportaba la delegación del Chapecoense a Medellín, donde debía jugar la final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional.