El ex capitán de la Roja aplaudió la vuelta del "14" a Macul, pero al mismo tiempo lamentó que el "Mago" cerrara la puerta por fuera. Eso sí, no quiso meterse en las patas de los caballos con Mario Salas.
"En el fútbol, como en la vida, no siempre ganan ni triunfan los mejores, sino los que tienen la capacidad de luchar más. Creo que ahí está el secreto de todo, de mezclar el talento con el esfuerzo y la perseverancia", así partía el discurso de Iván Zamorano en el marco de la final de la Copa Enel 2019.
Y si se trata de talento y perseverancia, el ex capitán de la Roja no podía dejar pasar el tema del momento, pues como albo de corazón aplaudió que al fin Matías Fernández volviera a casa. "La llegada de Matías significa mucho. Para uno como colocolino siempre quiere ver a sus ídolos de vuelta para que el club siga creciendo. Ojalá se pueda poner a tono física y futbolísticamente, porque tanto en el torneo como en Copa Libertadores lo vamos a necesitar", le sopló el té.
Eso sí, "Bam Bam" se quedó con las ganas. Es que así como abrió champaña por el "14", al mismo tiempo picó la cebolla con la partida de Jorge Valdivia.
"No quiero pensar qué gana o qué pierde Mario Salas con la salida de Jorge. Colo Colo está por sobre todas las cosas, y lo que entregó Jorge se le agradece y le deseamos siempre lo mejor", dijo el "Terrible", quien dijo que por algo el "Comandante" es el jefe y hay que aceptarlo.
"En la interna hay cosas que uno no sabe. Como amante del fútbol me gustaría tenerlo siempre en mi equipo. ¿A quién no le hubiera gustado volver a Matías Fernández y Jorge Valdivia juntos en Colo Colo? A todos".
Lo mejor.
Eso sí, "Bam Bam" también tuvo palabras para lo que fue este torneo tan como las peras producto de la finalización por secretaría, aunque entendió que por el momento del país era lo mejor que se podía decidir.
"Para mí fue una decisión acertada y creo que los jugadores también estaban de acuerdo con no seguir jugando. Había cosas mucho más importantes que resolver en el país", opinó Zamorano, quien cree que la madre del cordero está en que las barras bravas se mandan solas y nadie le pone el cascabel al gato.
"Estadio Seguro hasta el día de hoy no funciona, tomando medidas que no han sido corroboradas con la justicia en contra de las barras. Yo creo que al fútbol en algún momento hay que devolvérselo a la familia, como debió haber sido siempre", recalcó.