Imparable: Nicolás Jarry venció y consiguió su primera final en una ATP

Corría febrero del 2009 y Fernando González despachaba uno de sus clásicos derechazos para quedarse con el ATP de Viña, gritando así campeón una vez más en el desaparecido torneo nacional.

Fueron recuerdos que estuvieron enterrados por largos nueve años, tiempo que demoró un chileno en volver a disputar el título de un torneo ATP. Eso, hasta ayer, ya que Nicolás Jarry (73°) desempolvó la historia y se encargó de poner a un raquetero nacional nuevamente en una final, tras vencer a Horacio Zeballos (69°) por 6/7- 6/4 y 6/4 y clasificarse a la final del ATP de Sao Paulo.

Y bien difícil que la tuvo ayer el "Jirafo" ante el argentino por las semifinales del torneo brasileño. Es que Zeballos, más allá de sus credenciales como doblista, complicó al chileno todo el partido, donde salvó seis match point y sólo en la parte final aflojó la mano para timbrar el triunfo del gigantón nacional.

Y tal como toda la semana, el "Príncipe" tuvo que dejar el alma en la cancha, ya que nuevamente se le caía la noche tras perder el primer set en un peleado tie break, donde fueron golpe y golpe, y no hubo quiebres se servicio.

Pero en la segunda manga caería la furia de la primera raqueta nacional, y tal como en sus duelos anteriores ante Guido Pella y Albert Ramos, pasó por encima de su rival para dar vuelta la mocha y demoler al trasandino a derechazos.

Va por la copa

Bastó un quiebre para quedarse con el segundo set y forzar la cosa a la definición, para que en la última manga quebrara nuevamente de entrada el servicio de Zeballos, para dejarle claro que la maldición del tenis chileno era cosa del pasado y nuevamente metería a uno de los suyos en la defición del oro.

"Venía jugando a gran nivel , estas condiciones me favorecen más al saque por la rapidez. Uno siempre cree y trata de ganar los torneos, sea cual sea", señaló Jarry tras el duelo, en conversa con Radio Cooperativa.

Y claro, como dice el refrán, la primera vez nunca se olvida. Por lo mismo, el nieto de Jaime Fillol se toma con calma la definición ante Fognini y llama a no sacar el cotillón antes de jugar la mocha.

"Siempre existe una primera vez. Hice final de futuros, de challengers y estoy feliz de tener esta oportunidad y experiencia. En una de esas se da, si no, me quedo con el gran torneo que he hecho", comentó, tranquilo por las piedras.

En todo caso, la travesía de Jarry por Brasil la llevará siempre en el cucharón. Las grandes actuaciones, primero con las semifinales en Río de Janeiro, y ahora la final en Sao Paulo, le permitieron dar el zarpazo en el ranking ATP, que lo tiene hoy como número 73, pero que desde mañana ya aparecerá 61 en el escalafón mundial.

Y de alzarse el copón, el salto será más grande para el "Jirafo", ya que con los puntos del título quedará en el lugar 51 del mundo, posición soñada para sus 22 años, y donde ya está listo para entrar directo en los tres Grand Slam del año que quedan.

"La posibilidad siempre está y hay que luchar, es lo que siempre he hecho", finalizó el número de Chile, haciendo recordar las hazañas de González y Massú, que nos tuvieron durante años disfrutando de sus logros, disputando títulos, y que hoy traen de vuelta las alegrías al tenis chileno.

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