Con un pepazo a los 83' los azules dejan de ser los coleros del torneo. Un partido de sufrimiento, mística y tres puntos que le dan vida en la lucha por el descenso.
¿Qué más se puede decir a estas alturas del partido? Que si las maldiciones existen, a la "U" le tienen que haber tirado una terrible y que la hará sufrir hasta un final que nadie sabe si será de Disney o del terror.
Está bien. Se trata de fútbol y once contra once, los partidos se ganan con goles, coraje y garra. Y ayer, con 43 mil almas en Ñuñoa, el equipo de Hernán Caputto salió a jugar la "final del mundo" con todo a favor para de una vez por todas vencer. Quizás sin convencer, pero ganar.
Y a los 3' parecía que ese desahogo esperado en todo un torneo de pesadilla al fin se vaciaba. En una mala salida de la zaga de Iquique, el "Morterito" Fernández le dio un pase que al fin pilló solo a Marco Riquelme. Y el "Pelao", por fin, clavó
En otros tiempos se habría pensando en un carnaval. Pero esta "U", la maldita, no está para esos placeres. Y con el tiritón de pera crónico, el "Dragón" se fue insolentando hasta que Johnny Herrera demostró por qué se ganó el cojín y, tal vez, no merecía recuperar el puesto con el "Tuto" De Paul.
En un tiro libre Mati Donoso sacó un misil que rebotó en la barrera y Johnny no pudo contener, dejando en silencio al Nacional sobre 33'.
Con los nervíos a flor de piel, el segundo tiempo fue un vendaval azul, pero había un actor que se quería aparecer en todas: Sebastián Pérez.
El "Zanahoria" salvó en tres ocasiones la portería de los regalones de Daenerys Targaryen, e hizo olvidar que Iquique jugaba con uno menos por la expulsión de Matías Blásquez, la fortuna parecía no estar con el Bulla.
Hasta que llegó el minuto 83. Jimmy Martínez, quien había entrado en el complemento y volvía después de la lesión en el ojo, afinó la vista como francotirador, remató a portería y encontró la pierna de Mauricio Zenteno, quien no pudo despejar, sorprendiendo a Pérez que sólo tuvo que ir a buscar la pelota al arco.
El "Pasional" explotó en júbilo y los últimos 10 minutos fueron de aguantar con el corazón. Sólo el silbato de Hermosilla hizo que salieran las lágrimas, el corazón dejara las taquicardias de lado y la "U" vuelva a respirar por el momento, porque las maldiciones existen, pero ayer los azules rompieron el primer maleficio.
Emoción pura
Tras el partido, el "Morterito" Fernández soltó el blabla y contó que "nos debíamos esto a nosotros, a la gente, a la familia que siempre nos banca, nos debíamos un triunfo, falta mucho para tener presión de verdad, pero nosotros somos la U y tenemos que demostrar porqué estamos acá".
El lajino Martínez agregó: "me tocó entrar y me tengo que jugar la vida en todos los partidos. Hoy tuve la suerte que el remate entró y pude volver en un momento clave".