El capitán de Universidad de Chile no escondió su malestar con el trabajo que se realiza en las divisiones inferiores del club.
Una vez finalizado el partido entre Universidad de Chile contra Deportes Iquique, que terminó en empate a cero y sentenció las aspiraciones del Bulla de coronarse campeón, Johnny Herrera tardó un par de minutos en ponerse de pie de la banca en la que veía el partido a un costado de la cancha (no jugó por suspensión). Su cara de tres metros no tenía doble interpretación: el capitán está molesto con el año de Universidad de Chile.
Por lo mismo, decidió hablar con la prensa y desahogarse por lo que calificó como malas gestiones que no le permitieron al club pelear por más torneos.
"Los problemas de la U son una cuestión macro. El club necesita una reestructuración general. Hay una cantidad de gente trabajando en cadetes, por ejemplo… No puede ser que tres series de la U no clasifiquen a playoffs, entre los ocho primeros. Clasificó una de diez series. No me explico cómo se puede estar haciendo tan mal la pega", comentó el portero y de paso le dio un palo a la dirigencia de Azul Azul por la pega que hicieron durante 2018.
"Se tomaron decisiones que no te llevan a buen puerto. Despotenciar el plantel, cambiar al entrenador, discusiones internas. Así y todo estuvimos ahí, peleando el título. Quizás era mucho premio para un año institucionalmente tan malo. Estamos donde merecemos. La salida de (Guillermo) Hoyos fue un punto crítico en el año. Después hubo un interinato y todos sabemos cómo son. Después llegó un profe que no conocía el plantel, que le costó adaptarse. Ojalá todo esto nos sirva de experiencia y que saquemos conclusiones de todos los errores que hemos cometido como institución", sentenció.
Tan mosqueado terminó Herrera con el desempeño de la "U" y de como se está llevando adelante el club que incluso no descarta irse a otro lugar.
Hace seis meses que me replanteo el futuro. Más allá de que haya gente que no me quiera, que me importa poco porque lo que importa es en la cancha, pero uno se cansa de tanta indiferencia hacia el club. O no querer no más, o conformismo. Cuando las relaciones son de esa forma, uno opta por mirar para otro lado. Me queda poco contrato y espero terminarlo lo mejor posible. O si no, irme calladito a otro lugar donde sea más feliz", sentenció.