La última vez fue un parto, pero de una verdadera guagua rusa. A finales del 2016, Johnny Herrera se enfrentó combo a combo con Carlos Heller a propósito de su renovación de contrato y en medio de la negociación volaron los puñales.
"Aquí no hay vacas sagradas" y "no me gustan los cabrones", dijo el presidente de Azul Azul, mientras que el golero avisó que "si tengo que retirarme en otro club, lo haré".
Fue rudo, pero cuando se firmó la paz todos salieron ganando. Mientras el actual capitán del "León" logró un "vale otro" hasta el 2019, la concesionaria no cedió, porque en un inicio el último ídolo bullanguero pretendía alargar su vínculo hasta el 2022.
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Sin embargo, hoy el escenario es otro: la mala relación de Herrera con la gerencia técnica apuraría la salida del bicampeón de América, además que entre las metas que se le fijaron a Frank Kuldeka, justamente, está el rejuvener al plantel.
Cortocircuito. La historia, en todo caso, tiene harto más condimento y, para variar, tiene como protagonista a Ronald Fuentes. Es que desde hace un tiempo, la relación entre el capitán y el gerente deportivo está cortada.
De hecho, si fuera por el "Chilenita" hace tiempo que el dueño del arco sería Fernando de Paul, a quien por algo le acaban de renovar su carta hasta el 2021 y en el directorio creen que será el meta del futuro, pues tiene 27 años recién cumplidos.
Pero como el "Samurái" es el último emblema de la hinchada, la dirigencia se ha ido con calma sin apurar algo que, según creen, será trabajo de las lesiones.
De hecho, Herrera acaba de cumplir 37 otoños y en el club tomaron nota de las palabras de Gustavo Flores, que en mayo y cuando aún estaba Ángel Hoyos avisó que la lesión lumbar de "Superboy" era crónica "y lo limita para los movimientos fluidos", según el diagnóstico del entonces preparador de arqueros.
Junto al mar
Bajo es escenario, el actual capitán ya ha dicho a su círculo cercano que si en la "U" le quitan el piso para retirarse en la institución, como ha sido su sueño, se abrirá a negociar otros destinos, y todo apunta a Viña del Mar.
En Everton, tiempo atrás, ya tuvo un sondeo y al Johnny le fascina la ciudad, pues allá fue campeón el 2008 cuando le dieron vuelta una final inolvidable al Colo Colo de Fernando Astengo, además que Steffi Scholtbach, la madre de su hijo, es de la Ciudad Jardín y siempre han pensado en radicarse junto al mar.
De todos modos, en la "U" piensan que si el "Samurái" no encuentra otro destino lo imaginan como el gerente deportivo del futuro.