Jorge Vargas: "Chile no aprendió la lección que dio China con el Covid-19"

El chileno, quien trabaja en el staff del club Shenzhen de ese país, relata cómo está la situación: "Acá todo funciona normal, se ha hecho una muy buena trazabilidad".

A seis meses del inicio de la pandemia, China vive días de atenta normalidad. Así lo describe Jorge Vargas, el ex zaguero de la Católica, quien es ayudante técnico del DT Roberto Donandoni en el Shenzhen FC de China. "Entrenamos en grupo desde marzo", confirma, a la vez que adelanta que el próximo mes se reinicia la Superliga, detenida sólo por un tema de organización.

-¿Cuándo vuelve el fútbol en China?

En julio. Todavía no hay una fecha concreta, pero más que nada por un tema organizativo. Si se disputa en dos grupos de ocho equipos o cuatro de a cuatro. La temporada comenzaba en febrero.

-Pero la gente prende…

Cuando comenzaron a venir jugadores y técnicos importantes, de gran currículo, la Superliga mejoró de nivel. Además, cada año, ellos tratan de mejorar el torneo con una regla especial. Primero un Sub 23, ahora están tratando de obligar a tener un Sub 20. Todo para dejar un legado, por decirlo así.

-¿Cuáles son los pretensiones de Shenzhen FC en la Superliga?

Si nos quedamos con este plantel y no podemos traer más extranjeros, porque tal vez no pueden ingresar al país por el tema cuarentena, yo creo que podemos dar la sorpresa en el campeonato. Hemos jugado 25 amistosos y perdimos sólo uno.

"Nueva Normalidad"

-¿Están entrenando de manera normal?

Complicados por el calor, pero no hay problemas de contagio. Desde marzo que estamos en esta situación. Eso nos permitió trabajar bien.

-Pero lo hacen en grupos, no…

No, porque en la ciudad nunca hubo contagios desde que nosotros volvimos de la pretemporada. No hubo temas de protocolo para entrenar en grupos, ni nada de eso. Estamos frente a Hong Kong, pero la frontera está cerrada. Cuando acá hubo cuarentena a nivel nacional, todo estuvo controlado. Eso fue a comienzos de año, cuando nosotros estábamos afuera. Cuando llegamos, a principios de marzo, había muy pocos casos. Esta fue una zona complicada, pero con la organización que tienen se solucionó rápido. Acá todo funciona normal, metro, taxi, restaurantes… Tenemos una ida normal hace meses.

-¿Cuál es la clave?

Para la cantidad de personas que hay en el país, ahora el problema es mínimo. Han hecho una trazabilidad muy buena. Si estuviste en riesgo, te pueden localizar muy rápido. Por ejemplo, cuando uno se sube al metro tienes que escanear un código, para que ellos sepan que tú estuviste a esa hora en el tren, en ese horario en se vagón, por si descubren algún contagiado que te haya puesto en riesgo. Es muy fácil para ellos poder controlar, por eso salieron tan rápido de la emergencia.

-Y acá en Chile recién estamos en el peak…

Es que yo creo que se equivocó el camino. En la primera cuarentena de Santiago, cuando ya estaba más o menos controlada la situación, no debieron haberla levantado. Deberían haber esperado un poco más. Chile no aprendió la lección que dio China con el Covid-19. Se preocupó más de la economía que de la emergencia sanitaria. En Italia, por ejemplo, mi familia estuvo 64 días encerrados. Eso no ocurrió en Chile, la situación se escapó de las manos. La gente está en la casa, pero igual después necesita salir a comprar o a trabajar, lo que los pone en un riesgo latente. El tema es que si Chile se hubiera puesto las pilas, respetando las reglas, nada de esto estaría ocurriendo. Como lo que ocurrió en otros países de la región. Creo que Paraguay estuvo en una cuarentena de 50 días, en Uruguay prácticamente no hay casos. Era lo que había que hacer.

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